En apoyo a este nuevo misterio que nos reclama esta Venezuela diferente, pedimos una posible renovación en los símbolos patrios: a las 7 estrellas de la bandera propongo agregar la octava de Guyana, promesa y realidad, según el orden de el libertador Simón Bolívar, quien nos impone su consentimiento.”
Por inusual que parezca, tales declaraciones provienen de la antípoda de la narrativa revolucionaria. El expresidente Carlos Andrés Pérez lo pronunció durante un discurso recogido en la antología de Ediciones Alfadil de 1988 La Tarea y la Historia.
Es increíble, porque ahora más que nunca la bandera del color primario ha adquirido la sutileza de una posición que odia el presente, intenta negar la historia, insiste en borrar las deudas de la República saldadas por la Asamblea Nacional el 9 de marzo de 2006. Solicitud del presidente Hugo Chávez.
Hoy, elementos opuestos al gobierno nacional demuestran con dudoso fervor patriótico que la bandera siempre ha sido la de las siete estrellas, al revés.
“El símbolo de la patria es objeto de rechazo y terror en el inconsciente colectivo de algunos opositores porque expresa el chavismo y por ende el pueblo. Es el resultado de un desorden combinado llamado colonialismo psicológico y racismo estructural”, advierte Luis Felipe Pellicer, historiador, docente y presidente del Centro de Estudios de Caracas.
El propio Bolívar ordenó la adición de una octava estrella a la bandera el 20 de noviembre de 1817, como símbolo de la provincia independiente de Guyana a finales de 1816. Esta propuesta fue rechazada por el Congreso de Kukuta cuatro años después. El objetivo es unir a Nueva Granada y Venezuela en una sola nación.
A partir de entonces fue un reclamo que unió a historiadores, políticos y académicos hasta que el vendaval bolivariano y la propuesta de reconstrucción de la república lo implementaron, luego de una intensa cruzada educativa de Chávez, en lo que Pellicer llamó “una aguda crisis paranoide-semiótica de fe”. voltearon la bandera y Bolívar pudo levantarla quitando la estrella que apuntaba.”
La bandera de Miranda.
Han pasado 218 años desde que el Generalísimo Francisco de Miranda y su expedición libertadora aterrizaron en suelo venezolano en Vela de Coro, donde la bandera tricolor ondeó por primera vez el 3 de agosto de 1806.
El 15 de julio de 1811, el Congreso lo reconoció como norma nacional.
El tricolor, amarillo, representa la riqueza de Venezuela; Azul al Mar Caribe y rojo a la sangre derramada en la lucha por la libertad.
Según la ley, la bandera debe izarse a las 7 de la mañana y arriarse a las 6 de la tarde todos los días en las instalaciones de las instituciones gubernamentales. Las banderas de otras organizaciones no gubernamentales, empresas y la sociedad civil deben ondear durante los días festivos.