En los primeros meses de 2023, el gobierno de El Salvador, encabezado por el polémico Nayib Bukele, mostró al mundo las primeras imágenes de lo que llama una “mega prisión”, una enorme cárcel que albergará aproximadamente 40 mil reclusos. Se afirmó que era miembro de las bandas de la Mara Salvatrucha, una peligrosa organización criminal fundada en Estados Unidos y radicada en el país centroamericano, y que provocó una ola de terrorismo.
La “megaprisión” de Bukele sería la prisión más grande de América Latina, ubicada en uno de los países más pequeños de la región. La prisión fue bautizada como Centro de Confinamiento Terrorista y aceptó a sus primeros 2.000 residentes apenas unas semanas después.
Tanto la enorme estructura como el propósito de su construcción fueron cuestionados por organismos de Derechos Humanos debido a la crueldad mostrada por las unidades de seguridad y los procedimientos arbitrarios utilizados en la detención de los imputados. Pero estas críticas desaparecieron rápidamente, al igual que el apoyo del gobierno estadounidense a los procedimientos antiterroristas del gobierno de El Salvador.
En Venezuela, después de que la extrema derecha ignorara las elecciones, grupos terroristas financiados internacionalmente llamados comandantes violentos buscaron desestabilizar la paz de la nación. Tras estos hechos, el Estado venezolano tomó rápidas acciones para capturar a los responsables, y el presidente Nicolás Maduro anunció que los delincuentes serían recluidos en cárceles de máxima seguridad y activó las cárceles de Tocorón (Aragua) y Tocuyito (Carabobo) para tal efecto.
Sin embargo, algunos gobiernos y medios internacionales se opusieron unánimemente a la decisión de Maduro. El motivo de estas críticas parece claramente político, especialmente considerando las grandes diferencias entre el modelo de El Salvador y las medidas tomadas por el gobierno venezolano.
¿Cómo es la mega prisión de Bukele?
Construido por el presidente Nayib Bukele, el lujoso recinto cuenta con un sistema de máxima seguridad para evitar posibles maniobras o técnicas de fuga por parte de los internos. Tiene ocho pabellones rodeados por un muro de 2,1 kilómetros y 11 metros de altura, protegidos por cables electrificados.
En cuanto al trato a los presos, todos los presos deben someterse a un escaneo corporal y a una sesión de fotos antes de ingresar al centro penitenciario, entre otros tratos degradantes contra la dignidad humana que algunas ONG condenaron inicialmente pero sobre los que luego acordaron guardar silencio.
Cada una de las celdas, que tienen aproximadamente 100 metros cuadrados, contiene decenas de prisioneros que se amontonan para usar los pocos baños. Las “celdas de castigo” no tienen ventanas y allí se lleva a los presos que se portan mal.
El presidente Bukele redujo las raciones de comida entregadas a los presos en esta prisión bajo la excusa populista de negar comida a cientos de miles de niños en los comedores escolares. Esto provocó polémica, pero las críticas posteriores también fueron silenciadas.
Prometiendo llenar la prisión con pandilleros, Nayib Bukele dijo: “Este será su nuevo hogar, vivirán durante décadas sin causar más daño al pueblo”. “El sol otra vez”.
Una de las acusaciones más graves vertidas contra la prisión de Bukele es el cuestionamiento de los procedimientos de arresto de estos detenidos, quienes no fueron informados de sus derechos y fueron tratados como animales de corral en la enorme prisión. También se informó que más de 3 mil niños fueron detenidos en la “guerra” contra las pandillas.
diferencia en venezuela
A diferencia de lo ocurrido durante los actos terroristas llamados “guarimbas”, cuando la oposición venezolana los mantuvo en las calles durante tres meses en 2017, esta vez el Ministerio Público actuó con dureza contra los manifestantes violentos y comenzó a atrapar a muchos de ellos. El presidente Nicolás Maduro llamó a aplicar todo el peso de la ley contra estos grupos violentos, pero también llamó a respetar sus derechos humanos.
La decisión de permitir que dos cárceles del centro del país alberguen a más de mil presos procesados hasta el momento se convirtió rápidamente en noticia, resaltando la medida del gobierno de manera negativa e ignorando las motivaciones del gobierno para tomar esta decisión. .
El presidente Maduro anunció el miércoles 31 de julio que garantizará que estos centros de detención se conviertan en cárceles de máxima seguridad en un plazo de 15 días y que garantizará que quienes atenten contra la paz del país cumplan sus penas con todos sus derechos, respetando sus derechos. derechos humanos. el peso de la ley.
“Como hombre de paz y cristiano, les digo de corazón que esta vez no habrá perdón. “Se van todos a Tocorón y Tocuyito, que son cárceles de máxima seguridad”, dijo el Presidente, denunciando que “han sido capturados más de 1.200 y estamos buscando mil más y los vamos a arrestar a todos, fueron educados en Estados Unidos”. Estados.” “En Texas, Colombia, Perú y Chile ya comenzaron a aparecer videos”, aseguró.