Hace unos años se realizó en abril de 2014 un encuentro auspiciado por Cedice, “La Libertad es el Futuro”, en el cual se realizó un importante debate entre la socióloga mexicana Bertha Pantoja con estudiantes y personas interesadas en el futuro de América Latina. El tema principal es comparar 70 años del gobierno del PRI en México -descrito por Vargas Llosa como una “dictadura perfecta” no marxista- con nuestro presente, supuestamente marxista. La relevancia surge de constatar el largo y costoso camino hacia la libertad de los latinoamericanos, camino frustrado por dictadores, falsificadores, falsos héroes y salvadores de su patria, que son rápidamente descubiertos por tener un poco de poder.
Uno de los aspectos que exponen la realidad latinoamericana es la dificultad para aceptar la importancia de la autonomía de las grandes potencias como fundamento de la democracia. Son innumerables los ejemplos donde en reuniones con politólogos mexicanos se verificó cómo gobiernos priístas, como el chavismo entre nosotros, lograron acertadamente eliminar la independencia de los politólogos: poder, no poder legislativo, no poder judicial en una dictadura priista, elecciones con la fuerza necesaria para garantizar los derechos de los mexicanos. Todas las grandes potencias fueron súbditos o vasallos de la centralización del poder llevada a cabo por varios presidentes mexicanos, los cuales se convirtieron en ciudadanos indefensos, tal como lo somos hoy.
Llega al caso, como un rayo de esperanza, el enfrentamiento entre Gustavo Petro y la Fiscalía colombiana. El nuevo presidente habla con el fiscal, lo pone a cargo y él responde poniendo las cosas en su sitio. Petro, en su habitual mala interpretación de la democracia, afirmó: “He leído textualmente el artículo 115: El Presidente de la República es el Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y máxima autoridad administrativa. Por lo tanto, como jefe de Estado, los miembros del Estado deben respetar (…) El fiscal olvida una cosa que establece la Constitución: yo soy el jefe de Estado, por lo tanto, su líder”
El fiscal colombiano Francisco Barbosa respondió: “Gustavo Petro fue elegido presidente de la República y no como dictador”, ignorando lo que realmente es la Constitución y la ley que proponen. Esta afirmación es una afrenta a la separación de poderes y la independencia del Poder Judicial del Ejecutivo y el Legislativo. Los medios informaron sobre la disculpa posterior de Petro en el incidente. Pero, las sospechas sembradas y sobre todo desconfianza creadas por un presidente electo en elecciones -aparentemente limpias- pueden albergar tal confusión a gran escala. ¿Petro no es consciente de la importancia de la autonomía de las grandes potencias como base del sistema democrático, o simplemente está eludiendo y demorando en aclarar su posición sobre el núcleo del problema en cuestión?
Entre nosotros, la travesía como presidente de la Corte Suprema de una figura como Maikel Moreno, presuntamente ahora evadiendo la ley, acusado de prácticas corruptas: La Fiscalía Federal alega que Moreno recibió entre 2014 y marzo de 2019 más de $10 millones en sobornos, generalmente de contratistas venezolanos que recibieron convenios con organismos del gobierno de Nicolás Maduro. Hace nueve años, antes de ser designado presidente de la Corte Suprema de Justicia, “recibió un millón de dólares por transferencia a su cuenta bancaria personal en Miami de un contratista venezolano”, tenía dos antecedentes penales abiertos en su contra a finales de los 80 por el asesinato de dos hombres: uno en el sureño estado de Bolívar y otro en Caracas. A pesar de estar en prisión preventiva por uno de los casos, recibió beneficios procesales para su liberación. Es imposible que cuando fue nombrado presidente de la Corte Suprema de Justicia no se supiera o se ocultara la gravedad de su historial de violaciones contra un magistrado al que luego dijo representar.
Sin embargo, los acontecimientos que suceden pueden darnos algo de esperanza. Los presidentes latinoamericanos representantes de la izquierda socialista, que han ganado las recientes elecciones en muy poco tiempo, empiezan a enfrentarse a la realidad. Este es el caso anecdótico de Gustavo Petro, pero también el ejemplo de Gabriel Bóric en Chile, un líder con dos rasgos insólitos, ostensiblemente un comunista decente, como afirma un célebre historiador. Gabriel Bóric pudo frustrar la artimaña de Lula en una reciente reunión de presidentes en Brasil cuando el presidente trató de limpiar la reputación del régimen venezolano, insinuando la existencia de “una narrativa incorporada”. Esta intención fue fuertemente refutada por Gabriel Bóric afirmando: “Respetuosamente expreso que no estoy de acuerdo con lo dicho por el presidente Lula, en el sentido de que la situación de los derechos humanos en Venezuela es un constructo narrativo. No es una narración, es un hecho, es serio y he tenido la oportunidad de ver, he visto el horror del pueblo venezolano. Este tema requiere una posición firme”.
La declaración fue luego confirmada por el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou: “Me sorprende cuando la gente dice que lo que pasó en Venezuela es un cuento”.Lacalle dijo, en su discurso a Lula y otros líderes en la reunión convocada por los brasileños para reiniciar la integración regional. “Si hay tantos grupos en el mundo tratando de reconciliarnos para que Venezuela tenga una democracia plena, se respeten los derechos humanos, no haya presos políticos, lo peor que podemos hacer es sacarnos los dedos de la mano tapando el sol. .“.“Nombralo y ayuda”dijo Lacalle, quien calificó a Maduro como un “dictador”.
Estos eventos pueden comenzar a darnos algo de esperanza. Los esfuerzos por deshacer el equilibrio de poder realizado por Gustavo Petro y la incomprensión de Lula sobre el régimen de Maduro se encontraron de inmediato con la oposición de los gobernantes liberales y democráticos que comenzaban a surgir entre ellos. Nosotros y aquellos que esperamos puedan avanzar en sus roles por primera vez. inculcando en los pobladores una visión objetiva de los resultados de las democracias ante la persistencia de leyendas marxistas-fascistas-socialistas sobre el destino de nuestras sociedades sujetas al irrevocable enfrentamiento entre clases sociales y al irreversible triunfo de las dictaduras comunistas.
El mundo de hoy es nuestro mejor escenario, debemos enfrentar el rugido del monstruo ruso en su pretensión de expandir su territorio y destruir al pueblo ucraniano. A Putin le costó mucho lograr sus objetivos en medio del dolor, la profunda consternación y el dolor por la autoinmolación del pueblo ucraniano. Es posible que tengamos que pasar a una nueva etapa y darnos cuenta de que es esencial reconocer o negociar, como se llame, con el gobierno de Putin. Sus ambiciones son dolorosas para Ucrania, pero también para el pueblo de Rusia, que ve morir a los jóvenes en nombre de una lucha equivocada. Tenía razón Trino Márquez cuando decía: “La clave está en descubrir el punto en el que Zelenski y Putin se pueden entender. Para el gobernante ruso, el desafío es más fácil de afrontar: el plan autocrático que ha trazado hace pensar que, si se le puede persuadir de una solución, se puede implementar.Es relativamente simple. Su control del Ejército, la Duma (Parlamento Ruso), los medios de comunicación y el Ministerio de Justicia le facilitarán crear la atmósfera para convencer a la gente y otros actores poderosos de los méritos de la ‘solución’.
Algo diferente le sucede a Zelenski, un gobernante democrático y, a pesar de la emergencia que gobierna Ucrania, tendrá que convencer al Ejército y al pueblo, que han realizado un esfuerzo heroico, sin precedentes, que, si bien no se logró todo aquello por lo que se lucharon, era conveniente firmar un tratado de paz que permitiera la reconstrucción del país. Zelensky demostró ser un líder duro. En ese caso, tendrá la oportunidad de demostrar que es un líder tanto para la guerra como para la paz”.
Volviendo al encuentro “La Libertad es el Futuro”, que reitera la estrategia del PRI para mantener el apoyo popular: ¿Cómo ha logrado el PRI ganar todos los procesos electorales desde 1929 hasta la victoria de Fox en el 2000, a pesar del fracaso económico y el aumento de la pobreza? Allí, el sociólogo mexicano detalló el vínculo entre el sufragio controlado por el gobierno y la implementación del sistema de subsidios más robusto conocido hasta la fecha en América Latina. Un sistema que asegura que se satisfagan ciertas necesidades básicas de las personas, al tiempo que aumenta la dependencia de áreas comunes de gobierno. Se recordaron algunas de las consignas de la época: “Menos leche es para los niños”, y se entregó el famoso programa de subsidios Pronasol (Programa Nacional de Solidaridad Económica) como incentivo para apoyarnos entre todos, el nacionalismo y el desarrollo social.
El punto del PRI no es ahondar en soluciones a la raíz de los problemas económicos, insiste Pantoja, sino a otro, con su suave acento mexicano nos dice: No es solucionar el desabastecimiento de leche, por qué los industriales no pueden dar a los mexicanos mercado y garantizar así que cualquier ciudadano tenga acceso gratuito a este producto imprescindible para los niños. El enfoque del PRI es político, viendo la distribución de leche como una señal de preocupación por los más pobres sin abordar el problema económico subyacente. Con estas medidas y subsidios, el PRI aseguró el sometimiento de la población al gobierno, mientras la situación económica empeoraba.
Sorprende ver el paralelismo entre la experiencia de la dictadura perfecta y las metas del sistema de pensiones en Venezuela, que paradójicamente es motivo de orgullo para sus actuales gobernantes Ta: “Nunca antes se había dado tanto a los pobres” , una versión propagandística que oscurece la dependencia de las áreas populares de los subsidios estatales y su control político, en no generar oportunidades reales para acceder a un nivel de vida que sustente sus proyectos de vida, aspiraciones e intereses. Las intenciones del régimen también crean la aniquilación de nuestros productores de alimentos que son objeto de hostigamiento y competencia desleal con productos extranjeros, todo ello apoyado por políticas gubernamentales.
Inevitablemente, tanto el gobierno del PRI como el socialismo del siglo XXI utilizan las transferencias a los pobres como una herramienta de clientelismo, una manifestación de fraude sin precedentes contra los pobres. Es la inmoralidad de usar los recursos de las personas para quebrantarlas. La preocupación nunca ha sido liberar a las personas de la pobreza, sino convertirlas en la base política de la dictadura perfecta o SSXXI.
Finalmente, las preguntas clave: ¿Qué hicieron los mexicanos para romper la dictadura perfecta? Pantoja, muy serena, enfatizó: “Muy simple y muy complejo, fortalecer, negociar una fuerte solidaridad contra la dictadura, crear conciencia de lo que significa perder la libertad y la solidaridad. La lucha se centró en un solo gran objetivo: la liberación del derecho al voto. Fue recién en 1997, por primera vez en 68 años bajo el gobierno del PRI, que un organismo independiente llevó a cabo elecciones. El PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Representantes y la primera elección para jefe de gobierno en la Ciudad de México, de tal manera que la dictadura perfecta abandonó el poder tan pronto como apareció, por voto popular. Esperemos que nuestro tiempo sea mucho más corto.
No dudo en relatar esta experiencia porque nos permite reflexionar sobre la importancia de la negociación, la búsqueda de acuerdos que nos permitan avanzar hacia la paz, y la trascendencia de las elecciones, están por darse unos preliminares en Venezuela que no deberían ser entorpecidos por falsos problemas como el involucramiento del CNE (escucha Puzkaz) Es una oportunidad y debemos lograr el mayor éxito posible, el futuro de nosotros depende de ello.
*La primera versión de este artículo se publicó en mayo de 2014. Hoy la actualizamos y seguimos buscando identificar una unidad que nos permita derrotar al dictador, los mexicanos, gobernada por López Obrador, Colombia por el socialista Gustavo Petro. ¿Y tendremos que negociar?
Entrada ¿El comercio es el futuro? publicado por primera vez en noticias digitales.