Los principales voceros de la hegemonía, con infame frecuencia, han expresado que nunca traspasarán el poder. Hoy, uno de ellos afirma no por las buenas ni por las malas.
Eso es lo único en lo que no mienten. Todo lo demás que afirmaron terminó siendo un montón de mentiras, engaños y fraudes; una montaña de mentiras Un pedazo de basura.
Pero en un aspecto era diferente. Incluso cuando su CNE reconoció a la mayoría de los votantes de la oposición, no transfirieron ningún poder. Por el contrario, no cometieron los abusos más brutales para mantener el poder real y arrestar, encarcelar o exiliar a otros. A veces disfrazados de alguna forma, pero simplemente aceptan el juego de la hegemonía autocrática y el ojo por ojo con ellos.
Eso sí, cuando se acerca una votación, o cuando están inventando diálogos políticos, no insisten en el asunto. En esas ocasiones proclamaron como si realmente creyeran en la democracia. Y no pocas personas, en casa y sobre todo en el exterior, se alimentan de la historia o al menos les dan el beneficio de la duda.
Algunos representantes de la oposición política rechazaron la declaración oficialista de que nunca lo harían. No sé por qué, si eso es lo único que dijeron sin mentir, vale decir que lo hicieron. No regales poder.
El desafío es tomar el asunto con seriedad, sin pretensiones ni consideraciones vanas, y al mismo tiempo lograr que la gran causa cívica trascienda la continuidad y abra caminos hacia un futuro de reconstrucción de la nación.
Por: Fernando Luis Egaña