La Armada de Colombia rescató a 17 migrantes procedentes de Irán, Rumanía y Venezuela que viajaban en una embarcación a 33 kilómetros de la isla caribeña de San Andrés y detuvo a dos tripulantes que la transportaban, informó este viernes la organización de estas cinco semanas.
En el barco también se encontraban 3 menores de edad y las 14 personas restantes fueron atendidas, comprobadas su estado de salud y presentadas ante la autoridad competente para garantizar sus derechos.
La barcaza con forma de langosta fue detenida por el Sistema Integrado de Vigilancia y Control de Tráfico Marítimo (DIMAR) de la Dirección General de Asuntos Marítimos a 18 millas náuticas (33 kilómetros) al noroeste de la isla de San Andrés, en la región caribeña de Filipinas, Colombia cuando Iban a Centroamérica.
El comandante de la estación de guardacostas en la isla de San Andrés, capitán del destructor Guillermo Lozano, destacó el trabajo de la Unidad de Respuesta Rápida (URR) de la estación de guardacostas en lograr “proteger la vida de 17 migrantes” que son transportados en embarcaciones que ¿No cumples las condiciones mínimas de seguridad para salir al mar?
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Dos tripulantes que conducían la embarcación fueron detenidos y entregados a la Policía Nacional por presunto tráfico de migrantes.
La Armada recuerda a la comunidad que tenga cuidado con las redes de trata de personas, que, además de ganar dinero ilegalmente, también “ponen en peligro la vida de las personas al no existir las condiciones mínimas de seguridad para un movimiento seguro”.
La ruta migratoria por el archipiélago de San Andrés se activó el año pasado debido al gran número de personas que cruzan la selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá, que el año pasado superó las 520.000 personas, y los peligros del trayecto por esta densa tierra. y montañas y bosques.
Por esta razón, ha aumentado el número de personas que intentan llegar a los siete países centroamericanos que comparten costa desde las islas colombianas, lo que ha provocado un aumento del tráfico de migrantes.
Los inmigrantes llegan a las islas como turistas, con todos los documentos legales y billetes de avión, pero luego abordan embarcaciones potencialmente peligrosas y caen en manos de traficantes.