El portavoz de Un Mundo Sin Mordaza, Defiende Venezuela y Fundaredes exigieron el fin de la represión, los ataques y la criminalización de organizaciones civiles y defensores de derechos humanos en el país. Criticaron las salvaguardias establecidas por la CIDH, diciendo que eran insuficientes para evitar el arresto de activistas como Javier Tarazona.
El aumento de casos de represión y criminalización de trabajadores de organizaciones de la sociedad civil por parte de la administración de Nicolás Maduro fue denunciado este jueves 29 de febrero ante la Comisión Humanitaria Autoridad Interamericana (CIDH).
En la audiencia pública sobre la situación de personas defensoras de derechos humanos participaron representantes de Un Mundo Sin Mordaza, Defiende Venezuela y Fundaredes. Advierten que la activación del plan “Rabia Bolívar”, que ordenó recientemente Nicolás Maduro, ha desencadenado una ola de represión contra miembros de organizaciones civiles que viven en el país.
Durante el 189 período de sesiones de la CIDH, Rodrigo Diamanti, presidente de Un Mundo Sin Mordaza, denunció detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas Rocío San Miguel y su familia. Afirmó que el presidente de Control Ciudadano se encontraba en El Helicoide, al que calificó como “el centro de tortura más grande de América Latina”.
Génesis Dávila, presidenta de Proteger a Venezuela, explicó que la detención de San Miguel y el grupo de personas que la acompañan demuestra la situación que enfrentan los defensores de derechos humanos en el país. Denunció el plan “Rabieta de Bolívar” como una forma de “castigo ejemplar” a quienes trabajan por el respeto de los derechos humanos.
«Este plan afecta no sólo a Rocío San Miguel sino también a su familia. Terminaron desaparecidos, detenidos arbitrariamente y hoy, a 20 días de la detención de Rocío San Miguel, se le sigue negando el acceso a un abogado defensor y el juramento de abogados de confianza”, dijo Dávila.
Diamanti afirmó que los defensores de derechos humanos en Venezuela son víctimas de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, allanamientos ilegales y represión a familiares y amigos; y sometidos a procesos penales extraordinarios con pruebas falsas para sustentar acusaciones infundadas.
Por su parte, Clara Ramírez, directora de Fundaredes, cree que las medidas cautelares que la CIDH ha dispuesto para personas defensoras no han sido suficientes desde entonces. Javier Tarazonaque presidía la ONG en aquel momento, fue detenido a pesar de que se le había concedido protección internacional.
Osvaldo Cáceres, representante FundaredesDenunció que Tarazona había sido sometido a torturas físicas y psicológicas, desde suministro de drogas hasta testimonios erróneos, asfixia mecánica, golpes e incluso, a pesar de ser una persona con problemas circulatorios, sus extremidades inferiores estaban inmovilizadas.
En este sentido, los oradores exigieron el fin de la represión, los ataques y la criminalización de las organizaciones civiles y sus trabajadores. “Exigimos el fin de la represión política en Venezuela y pedimos toda la solidaridad internacional para que Javier Tarazona, Rocío San Miguel y demás presos políticos puedan ser tan libres como son”, expresó. Merecido porque proteger los derechos humanos no es un delito “. presidente de Un Mundo Sin Mordaza.
Vistas de publicaciones: 71