talCual y la Radio Democrática del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) presentan un reportaje de audio, en formato podcast, sobre el impacto de las actividades de la petrolera PDVSA en el medio ambiente y la población: la contaminación acústica. A través de mediciones de sonido en localidades cercanas a las fábricas de la empresa estatal en Monagas, se evidencia que los quemadores de gas superan los decibelios sonoros considerados no nocivos para la salud.
Por Ahiana Figueroa y Carla Carrasquero. Edición técnica: María Graterol
El ruido constante que producen las llamas de los quemadores de gas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), conocidos como mechurrios, ubicada en el estado Monagas, puede catalogarse como contaminación acústica o ruido, porque genera convivencia de poblaciones cercanas a zonas inhabitables.su infraestructura.
Durante años, el ruido ensordecedor de los aviones de PDVSA se podía escuchar con mayor claridad a cientos de kilómetros de distancia en las zonas afectadas y era comparable al sonido de un avión despegando o de un barco en movimiento. Este informe de audio está en formato podcast. talCual y Radio Democracia Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), se realizaron una serie de mediciones en Jusepín, en Monagas, localidad cercana al campo petrolero del mismo nombre, y se pudo comprobar que superaba el nivel de decibelios sonoros considerados inofensivos e insalubres.
La llama continua del quemador provocada por la quema de gas también aumenta el calor y provoca contaminación ambiental debido a la liberación de gas metano producido durante el proceso de combustión.
Las llamas excesivamente altas y los frecuentes ruidos fuertes de los quemadores muestran cómo se pierde gas, un importante combustible utilizado por diversas industrias y también por las personas para cocinar alimentos. Esto también provoca una enorme pérdida de recursos financieros para el país porque no se puede exportar; y expresar el Los continuos problemas de mantenimiento de la petrolera estatal debido a la ausencia de filtros para minimizar el sonido.
Las quejas de los vecinos que viven cerca de las instalaciones de PDVSA, donde se ubican los mechurrios, van desde desesperación, dolores de cabeza y malestar por escuchar este ruido día y noche; además de no poder dormir tranquila y tranquilamente.
PDVSA tiene una larga historia de contaminación en Venezuela a través de diversos medios, como derrames de petróleo crudo y grandes montañas de coque, lo que se suma a la contaminación acústica.
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