La Corte Penal Internacional (CPI) ha recibido denuncias y documentación de cerca de 9.000 personas y algunas organizaciones legales que se consideran víctimas del régimen venezolano liderado por Nicolás Maduro.
Los cargos se hicieron como parte de una investigación de la Fiscalía de la CPI sobre presuntos “crímenes de lesa humanidad” cometidos por los responsables del régimen. Las autoridades venezolanas se han opuesto a la investigación y han intentado dilatar el procedimiento utilizando argumentos jurídicos inapropiados.
El abogado Juan Carlos Gutiérrez, representante de 562 víctimas, denunció que el gobierno chavista actuó maliciosamente para retrasar el desarrollo de los procesos judiciales, que presentó peticiones indebidas y argumentó que los jueces venezolanos son competentes para investigar los casos condenados. Sin embargo, la Fiscalía de la CPI considera que es el órgano adecuado para llevar a cabo esta investigación.
Guterres argumenta que tanto el código penal como el sistema de justicia venezolano carecen de seguridad y credibilidad para proteger a las víctimas y favorecer a los responsables de los delitos. El gobierno ha solicitado que se suspenda la investigación, y ahora los jueces de la sala de instrucción deben decidir si permiten que continúe la investigación.
Como parte de este proceso, se realizó una consulta donde se invitó a todas las personas que se consideren víctimas a manifestarse ante la CPI. Se presentaron 1.875 formularios que identificaron a 8.900 personas, incluidas 630 familias. Todos los argumentos y las pruebas recopiladas están en manos de los jueces de la CPI y se espera que decidan sobre el caso a finales de este año.
Los jueces podrán decidir continuar la investigación por parte del Ministerio Público o permitir que el poder judicial venezolano cumpla con sus funciones priorizando el principio de complementariedad positiva. Sin embargo, Guterres cuestiona fuertemente la posibilidad de que se haga justicia en Venezuela, ya que cree que todos los procesos judiciales son impulsados políticamente por el dictador. Según él, tanto la fiscalía como los tribunales están coordinados por regímenes, como instituciones opresoras.
El homólogo venezolano Leopoldo López, exiliado en España, destacó la importancia de escuchar las voces de las víctimas fuera de Venezuela. Destaca que estas personas fueron perseguidas, torturadas y asesinadas por el régimen de Nicolás Maduro. López argumentó