Después de más de 1.000 días de detención, El periodista Roland Carreño habló sobre su paso por prisión y su sentimiento de “ficha” en el juego político venezolano.
«Allí era inocente y víctima de críticas políticas y acabó complicándose con eso. Debido a los absurdos humanos, es terrible cuando salen a la superficie y no hay forma de recogerlos. Di que me equivoqué y liberé a este hombre y terminará convirtiéndose en una ficha del juego y eso duele. Pero la gente tiene mecanismos para evitar ese dolor, leyendo libros, haciendo tareas diarias, yo hacía ejercicios de ensueño mientras meditaba”, comentó.
CELDA
Destacó que al estar preso la incertidumbre es dolorosa. «Te mantiene constantemente preocupado y en una simulación permanente de que estás bien y tranquilo. Pero ver llegar a mi madre, mis tías y mi hermana y sus gritos desgarradores en la sala de visitas, temblando y todos lo vieron. Ver a mis hijos perdidos en primer lugar y que no entendieran por qué sucedió.
En una entrevista propuesta Luis OlavarrietaSeñaló que su paso por la celda de la Policía Nacional Bolivariana en La Yaguara fue horroroso.
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“Era un lugar terrible, maloliente y lleno de alimañas. Luego en el DIP, sobre un piso alfombrado, con internos regulares yendo y viniendo”, dijo.
Roland Carreño dice que es “doloroso” que todavía haya personas en prisión con las que entabló amistad. Expresó: “Durante mil días compartimos sueños, tristezas, expectativas (…) hay emociones que te mantienen en guardia y eso cansa”.
«Estás en un espacio controlado y limitado. Hay gente allí, hay funcionarios que también tienen que soportar las mismas penurias que la gente de la calle, con las mismas carencias. Tengo claustrofobia y a través de abogados pude resolver el problema con la puerta del pasillo, lo cual estoy muy agradecido. Por alguna razón, hubo algunos matices en la forma en que me trataron, y propuse una serie de actividades que evaluaban impartir clases de historia venezolana, escritura, religión, cocina, etc., otras actividades”, anotó.
Además, expresó que las organizaciones desordenaron su caso. «Me arman con armas que ni siquiera pasan por mi puerta o inventan mentiras de que patrocino a terroristas. ¿Quién creería eso? “Llamé a la Fiscalía para denunciar”.
TU FELICIDAD
El periodista afirmó que estaba feliz de salir de prisión. “Estoy con ellos, abrazándolos y continuando con asuntos pendientes, pero preocupado por este país viendo lo complicada que es la situación desde el punto de vista social, económico y político”.
“Han pasado más de 1.000 días y creo que lo que importa soy yo y mis proyectos y no un país que sufre (…) en el que todos somos prisioneros de los dramas de nosotros mismos y de cómo progresará esa sociedad”, afirmó .