Invito a todos los venezolanos y a los inmigrantes extranjeros bien intencionados a darle la bienvenida al año dos mil veinticuatro, desearnos lo mejor, esperar que el año que viene no sea ni remotamente similar ni amigable al difícil año 2023; Esto sólo nos ha traído dificultades, problemas en todos los sentidos; por ejemplo, pobreza, salarios terribles, escasez de las cosas más básicas que necesitan quienes saben producir el alimento sagrado; para sectores primarios como la agricultura y la ganadería, pero por lo tanto o No debemos perder nuestra fe y esperanza por ningún motivo. Siempre a nuestro lado en este sector; esperar que nuestros problemas se resuelvan no como un regalo sino como un derecho adquirido o mediante la ilusión de una cosecha que nunca llegará; pero cómo Mi deseo siempre ha sido un país pacífico y productivo.No hay pobreza, hambre, fábricas pobres ni barreras a la producción; Por eso, mi invitación a perdonar los errores y abusos del tortuoso año 2023 y comenzar el nuevo año 2024 con mucho amor, fe y voluntad; Pongamos mucho amor, cuidémonos de trabajar honestamente sin represalias, sin odio, sin rencor y venganza, pensemos sólo en el beneficio, glorificación y mejoramiento de nuestro país con decencia, honestidad y cero corrupción.
estoy haciendo una solicitud para espíritu Santo Nos ha enviado un rayo de luz para que volvamos a encontrar el camino de la paz y tantas, tantas puedo decir que son riquezas inconmensurables que Dios nos regala para que podamos salvarlas y multiplicarlas muchas veces y dejarlas. sabemos. cómo compartir; En esta petición de entender quiénes son los delincuentes; Es muy triste para todos los nacidos que la estampida, migración, diáspora o lo que sea que signifique no continúe; Según las estadísticas dicen que somos cerca de nueve millones, mucho menos la gente sigue pensando en emigrar, es muy lamentable decirlo pero más conmovedor escribirlo y todavía no se dan cuenta de cuánto están sufriendo las víctimas. Cuando escuchamos los crujidos de las paredes de habitaciones vacías debido a los gritos de nuestros seres queridos que viven todo tipo de desastres y frío en algunas partes del mundo; Las sillas del comedor, en cambio, sufren el desuso y el silencio; Como castigo por el vacío en los hogares de nuestra querida nación, pido por la paz, el amor y la unidad, sin olvidar que hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud. La medida del amor es el amor sin medida.; Hoy más que nunca amemos a nuestro país por encima de todos los obstáculos.
La solución ahora es que la comunidad rural se una por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán