Uganda promulgó este lunes 29 de mayo una polémica ley que castiga severamente las relaciones entre personas del mismo sexo, norma criticada por los gobiernos occidentales y considerada una de las más opresivas del mundo.
“El presidente ha aprobado el proyecto de ley contra la homosexualidad de 2023”, anunció la oficina del presidente, Yoweri Museveni, en un comunicado en su cuenta de Twitter.
Criticada por países como Naciones Unidas y Estados Unidos, la ley fue aprobada por el parlamento el 21 de marzo. Los legisladores dicen que protege la cultura y los valores nacionales.
El Alto Comisionado de la ONU expresó su “decepción” por la legislación “draconiana”, señalando que es “contraria a la Constitución y los acuerdos internacionales” y abre el camino a “violaciones sistemáticas de los derechos de las personas LGBT”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la norma de “violación deplorable” de los derechos humanos y pidió su derogación.
El líder pidió analizar “todos los aspectos del compromiso de Estados Unidos con Uganda”, como inversiones y otra asistencia, dijo un comunicado de la Casa Blanca.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que calificó la ley de “deplorable”, dijo que si el Ejecutivo ugandés no protege a sus ciudadanos “pondría en riesgo las relaciones con sus socios internacionales”.
Amnistía Internacional calificó la ley de “profundamente represiva”. El país está “dando un paso en la dirección equivocada”, agregó Ashwani Budu-Schultz, subdirectora de Human Rights Watch para África.
La ONG local Foro de Concientización y Promoción de los Derechos Humanos (HRAPF) ha anunciado a su vez que ha remitido esta ley “manifiestamente inconstitucional” al Tribunal Superior de Uganda.
enmendar la ley
El presidente Museveni pidió a los diputados en abril que precisaran en el texto que “ser gay” no es delito, sino mantener una relación entre personas del mismo sexo.
La enmienda aclara que la orientación sexual no es un delito, sino un “acto” que conlleva cadena perpetua.
Aunque Museveni aconsejó a los legisladores que derogaran una disposición que castigaba la “homosexualidad pasiva”, los parlamentarios sostuvieron que el artículo significaba que los reincidentes podrían ser condenados a muerte.
La homosexualidad ha sido criminalizada en Uganda desde el colonialismo británico, pero los actos homosexuales consentidos nunca han sido procesados desde la independencia en 1962.
La ley cuenta con un amplio apoyo público en el país mayoritariamente cristiano, donde la población es muy religiosa y la comunidad LGBT enfrenta mucha discriminación.
El debate sobre la ley en el Parlamento estuvo marcado por el uso de insultos homofóbicos.
“Salvar la cultura”
La presidenta del Parlamento, Anita Amang, celebró la publicación del texto.
“Como Parlamento de Uganda, hemos tomado en consideración las preocupaciones de nuestro pueblo y promulgamos leyes para proteger la santidad de la familia (…) Nos mantenemos firmes en la protección de la cultura, los valores y las aspiraciones de nuestro pueblo”, él dijo. .
La ley también establece que las organizaciones acusadas de alentar las relaciones entre personas del mismo sexo pueden ser prohibidas por diez años.
La respuesta de la sociedad civil se ha silenciado en un país donde Museveni ha gobernado con mano de hierro desde 1986. Pero a nivel internacional, el proyecto de ley ha provocado indignación.