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Como apenas han transcurrido 19 meses desde el último ajuste del salario mínimo a 130 Bs, el director general del Inaesin, León Arismendi, llamó a unificar la política salarial para poder recuperar el valor del trabajo “mantener el mismo nivel salarial mínimo hasta casi desaparecido ($3,73 al tipo de cambio del 17 de octubre), además de incrementar el monto de la llamada Canasta Socialista y bonos de guerra para los trabajadores del sector. El sector público, sin medidas efectivas para controlar la inflación y promover operaciones eficientes, no puede resolver los problemas fundamentales problema”, afirmó León Arismendi, director general del Instituto de Estudios Superiores Sindicales (Inaesin).
El directivo señaló que mantener estas condiciones generaría una continuación de la política salarial unilateral, irregular e inconsistente que ha provocado una caída alarmante en el poder adquisitivo de sueldos, salarios y jubilaciones y, en general, perder el valor del trabajo.
Todo esto explica la fuerte caída del consumo y la alta conflictividad laboral en el país. Los trabajadores -principalmente que trabajan en la administración pública- reciben un salario mínimo de 130 Bs, el mismo que se fijó en marzo de 2022.
“Los trabajadores no tienen otra motivación que sobrevivir para hacer su trabajo. No es casualidad que cada vez más venezolanos se sumen a las filas de quienes se van a otros países en busca de mejores condiciones de vida”, dijo Arismendi, por lo que llamó a recuperar el valor del trabajo como eje básico de la economía. política.
De esta manera, “esto tendría mucha más legitimidad y eficacia si se acordara mediante el diálogo tripartito. El país necesita urgentemente una política salarial coordinada. “No es insultando al ‘imperialismo’ o eludiendo la responsabilidad personal como deben abordarse los cambios que el país exige.”
El director Inaesin enfatizó que es necesario diseñar una política encaminada a mejorar gradualmente los salarios, teniendo como premisa principal la satisfacción de las necesidades de los trabajadores y sus familias, tomando en cuenta variables como la inflación, la paridad cambiaria, los costos. de la canasta básica, el nivel promedio de remuneración del sector público y privado, el presupuesto nacional, la productividad de las empresas y su capacidad de empleo. “En definitiva, datos completos y actualizados para apoyar la toma de decisiones y el seguimiento”.
Arismendi lamenta que el Gobierno, en lugar de aprobar un método de fijación del salario mínimo que incluya el uso de los datos mencionados y el cumplimiento del Convenio núm. 26 de la OIT sobre la materia, insista en aplicar un método único, metódico y arbitrario.
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