Venezuela Informa
Marlon Bermúdez vende su casa, resultado de tres décadas de trabajo en la refinería de petróleo más grande de Venezuela para sobrevivir. Frustrado, inició una huelga de hambre con otros trabajadores petroleros jubilados que reclamaban los ahorros que habían ahorrado para la vejez.
Él y sus compañeros exigieron dividendos al fondo de ahorro al que habían asignado el 3% de sus ingresos mensuales durante décadas para garantizar “vejez digna“.
La difícil situación de Marlon, de 59 años, refleja las limitaciones que enfrentan más de 37.000 jubilados de Petróleos de Venezuela (PDVSA), víctimas del colapso de la empresa estatal plagada de corrupción.
Lo que viven contrasta con los días en que los trabajadores petroleros ganaban altos salarios que les permitían vivir una vida de lujo, además de tener un seguro médico ilimitado y una pensión de oro.
Cada jubilado recibiría alrededor de $660 por mes de los intereses del fondo de pensiones al que contribuyeron, pero solo recibieron $180.
“Ese dinero es nuestro, no somos una carga, nuestro pago no tiene que ver con la producción de petróleo, es dinero que ahorramos.“Las protestas en Bermúdez, hacen referencia a la baja oferta de la industria venezolana, de 3 millones de barriles diarios hace 10 años a unos 700.000 barriles hoy.
Rodolfo Hernández, de 67 años, se sumó a la huelga de hambre con la esperanza de disfrutar de lo que había ahorrado durante sus 37 años de trabajo en Zulia (oeste), zona donde hace más de un siglo se inició la exploración petrolera en el país caribeño.
“esta destruido“, lamentó la suerte de una empresa que se ha convertido en una de las cinco petroleras más importantes del mundo.
“Pillaje”
Julio Blanco, ex capitán de un camión cisterna, dijo que funcionarios de PDVSA acordaron reunirse con ellos después de la huelga de hambre que comenzó el 12 de septiembre y se mantuvo durante 36 horas.
Lo retomaron el 25 de septiembre, porque “Las negociaciones fracasaron porque alegaron que Pdvsa no tenía dinero para pagarnos los ingresos de nuestro fondo de pensiones.“, enfatizó.
“Nos dijeron que no había dinero y entonces ¿dónde robó (Tareck) El Aissami tanto dinero? Es difícil decir que no hay dinero cuando (…) alguien va a la cárcel por robar dinero“Dijo Bermúdez.
Se refiere a un escándalo que terminó con la dimisión en marzo pasado del ex Ministro de Petróleo, cuyo paradero se desconoce desde entonces.
Altos funcionarios, incluido un diputado, fueron detenidos en un “CruzadaLa lucha contra la corrupción acabó con más de 50 detenciones.
Desde 2017, el sistema judicial venezolano ha iniciado investigaciones en este ámbito con más de 200 personas detenidas, entre ellas los exministros de Petróleo Eulogio del Pino y Nelson Martínez, quienes luego murieron mientras estaban bajo custodia.
El fondo de pensiones contra el que protestan Marlon y sus colegas no está libre de corrupción.
“Fue asaltada, fue robada, en 2014“, dijo a la AFP Iván Freites, sindicalista petrolero exiliado.
Wilfredo Molina, de 65 años, jubilado en 2018 tras 28 años en la profesión, viajó más de 600 kilómetros desde Lagunillas, estado Zulia (occidental), para participar en su segunda huelga de hambre este mes.
“vivimos mal“Describió estar tendido en el pasillo de la Universidad Central de Venezuela, a donde se trasladaron luego de que funcionarios de seguridad bloquearon la sede administrativa principal de PDVSA, donde previamente habían protestado.
“Dame mi casa”
Retirado porque “Decisión de Pdvsa“Marlon Bermúdez, quien trabaja en el Complejo Refinería (CRP) de Paraguaná, uno de los más grandes del mundo, lamenta el deterioro de su calidad de vida.
“Tengo una buena casa que compré a través de mi trabajo y la vendo casi gratis porque ¿para qué tendría una casa grande si no puedo mantenerla?“, cuenta.
Valorado en 40.000 dólares, lo subasta por 15.000 dólares.
“La vendo para comprar una casa más pequeña, así tengo suficiente dinero para llegar a fin de mes.“, señal.
Bermúdez, ex admirador del fallecido presidente Hugo Chávez, con quien se reunió muchas veces en el CRP, abogó por soluciones.
“No somos traidores a la patria, no somos terroristas ni saboteadores, somos un grupo de jubilados de PDVSA que estamos pidiendo al gobierno que nos de lo que era nuestro y nos lo quitaron”. AFP