El analista político Ricardo Sucre analizó este lunes los movimientos de Nicolás Maduro en el alto mando militar, por lo que cada día se muestra más unido y partidista.
En un informe especial para El Cooperante, Sucre argumentó que Maduro continuó con la lógica de “estabilidad arriba, rotación abajo” para el alto mando.
“Por encima de la estabilidad” significa que Maduro conserva los ascensos en el Ministerio de Defensa, Director General, Comandante en Jefe, que ya debería haberse retirado – un ejemplo sin vida en este momento, ciertamente no para eclipsar a la FAN, y porque es una creación de Chávez, pero inútil , fue diseñado para – Secodena – Ministra de Seguridad y Defensa – y ahora adhirió a la Universidad Militar (UMBV), suscribió el texto.
“Aquí hay estabilidad. Se quedaron los funcionarios de los ascensos de 1984 (Padrino), 1986 (Ornelas), 1988 (Hernández Lárez) y 1990 (Chourio Andrade y Félix Osorio Guzmán) ingresaron al cargo segundo después de su director general y rector, respectivamente”. Es decir, en la fecha en que debían jubilarse, se jubilaron y se incorporaron inmediatamente.
Señaló que Maduro siguió un patrón: el general Juliac, por ejemplo, se retiró en 2020, pero se desempeñó como director general adjunto hasta 2021. Es probable que este puesto permanezca en Chourio Andrade hasta julio de 2024 (si Ripe tiene este modelo de empleo militar).
Se redujo la rotación en comandos de fuerza (4), milicias y REDIS (8). Asimismo, en ZODIS (28), Viceministros de Defensa (3), y otros cargos como contralor e inspector de la FAN, los generales Parra Yarza (ejército) y González Urdaneta (guardia nacional), quienes en realidad son sus nuevos jefes, respectivamente. .
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