“Los justos se alegran
pensando en agua potable »
– Joaquín Araujo
Por sujetar la mano en un puño sin abrirla. Incapaces de abrir las manos para soltar la trampa, los monos son atrapados mediante el ingenioso método de colocar comida apetitosa para ese animal en un coco, una botella atada a un árbol o un agujero. en la ladera o en la superficie de termiteros; por un agujero estrecho de tal forma que sólo entre o entre la mano larga del mono, pero no salga al cerrarla, ni agarre al morder el anzuelo. Entonces el mono extiende la mano para agarrar la comida que ha sido colocada deliberadamente allí, momento en el que el cazador extiende la mano y el mono se desespera, pero carece de la inteligencia para abrir la mano o dejar caer el puño para escapar; sin embargo, mantiene la mano cerrada manteniendo cerrada la comida, el cebo o el cebo, y luego él mismo queda atrapado.
Monos voladores, esclavos voluntarios del psicópata coronel. Por eso el coronel psicópata está en Parasita Séptimo Masquer, donde en mis artículos de prensa presento a este narcisista bajo este seudónimo, pero en mi libro también lo identifico bajo el seudónimo de Julio Vásquez. Este funcionario corrupto de la administración pública se aprovecha de la inclinación criminal y la avaricia de un grupo de funcionarios estúpidos que han encontrado la manera y los medios para enriquecerse criminalmente con grandes sumas de dólares mediante la corrupción, la extorsión y otros delitos penales; Debido a la codicia que los ataca, no pueden abrir las manos y dejar caer el soborno. Así, en este caso, el soldado que nunca vuelve a ascender los hace trabajar para él encadenándolos a todos, pero esto es lo que Maquiavelo llamaría esclavitud voluntaria. Los Monos Voladores del Psycho Colonel son esclavos testarudos felices de disfrutar de sus privilegios criminales. Estos monos voladores no se rebelan porque no quieren gastar un puñado de dólares en las extorsiones y diversos negocios ilegales que realizan dentro y fuera de los muros.
Julio Vásquez explota el carácter criminal de los monos voladores. El coronel psicópata, que sabe de dónde cojean todos, incluso interfiere en la vida privada de todos, sabe que todos están chantajeando y cometiendo otros delitos, los observa con su pequeña sonrisa y sus microexpresiones únicas. Se jacta de su trastorno de personalidad porque los monos voladores están a su merced, a su disposición, en sus manos, y en consecuencia deben lidiar con la extorsión y la venta ilegal de valores fraudulentos. Los monos voladores jalató no tienen inteligencia ni principios morales y son espiritualmente ignorantes; así que forman perfectos minions con gringolas no para desarticular la banda criminal, sino para proteger y defender al corrupto coronel psicópata y formar con él un Grupo Estructurado de Crimen Organizado. El Séptimo Masquer o Julio Vásquez porque es el mismo hombre; Al negarse a abandonar la organización por intereses creados o intereses indescriptibles, el jalató sabe cómo arrojar las inversiones y la miseria personal de los monos voladores en su propio beneficio.
Simbiosis criminal por la que los monos voladores jalató no abandonan el establecimiento. Llama particularmente la atención que incluso quienes nos brindaron información en una suerte de ambigüedad moral y ética permanecieron en la institución defraudando al psicópata corrupto Julio Vásquez. Entonces, ¿cuáles son los motivos de los monos voladores que saben de primera mano que este soldado chantajea sexualmente a los usuarios pero también les extorsiona en dólares, y quién sabe de primera mano que el hombre lobo Vásquez falsifica valores y otros documentos falsos y los vende ilegalmente en el entusiasta mercado negro? ? nacido con motivo de la ofrenda de estos pergaminos ilegalmente negociables; Aunque abierto, notorio y hablador, el coronel psicópata es un criminal corrupto, exitoso y experimentado; pero a pesar de ello, los monos “con las manos en puños en cocos” siguen trabajando para él y para sus perversos propósitos en la institución, deshonestamente contra su gobierno. La respuesta es muy sencilla y se ajusta a la expresión latina. Algo por algo. El coronel permite que los monos voladores jalató chantajeen y corrompan, y ellos se encargan del soldado deshonrado. una cosa por otraDice el coronel Julio Vásquez: Yo les permito chantajear y corromper, y ustedes me apoyan con su presencia y su “dudoso prestigio” y apoyan mi administración con una imagen falsa pero apropiada. para que nuestros pechos no se acaben. Pero la razón más obvia es que los monos voladores son por naturaleza cómplices, aduladores, corredores y personas que cantan en la zona y mantienen la imagen del psicópata porque esa es su misión, principal motivación o razón de existencia. son sus lugartenientes de jalató. Tipología delictiva: asociación delictuosa.
El hábito no hace a los monjes. Rostros serios, almas corruptas, rostros engañosos, disfraces malvados. O, en otras palabras, el crimen siembra el terror disfrazándose de soldado o policía. Usar uniforme, o saber, como dice Pedro Navaja en su canción, que aunque es especial, él ha “entrenado” y se ha puesto un uniforme”,No hay rastros de ello, pero todo el mundo sabe quién es la policía”. El poder simbólico y la influencia subconsciente de la vestimenta, la posición, el oficio o la profesión asombra la creatividad de los demás. Las personas distraídas no se dan cuenta de que hombres y mujeres que parecen genuinamente serios son en realidad delincuentes que fingen estar tranquilos y que estos son los prejuicios del uniforme y vivir en la falsedad de las acusaciones que hacen que un pistolero honesto parezca un verdadero, honesto y honesto. persona. persona decente; de hecho, son la mayor burla de la sociedad y de la ingenuidad colectiva. Porque a César no le basta con decir que su esposa es honesta, tiene que parecer honesta. Y para estos monos voladores, el requisito de convertirse en policía; Eso no los convierte en honestos, pues la evidencia empírica de sus acciones revela que son delincuentes, corruptos, extorsionadores, psicópatas que perpetúan la imagen, la imagen y los negocios del coronel Julio Vásquez. Pero no se trata sólo de un militar o de unos cuantos policías o civiles disfrazados de buenos ciudadanos, sino de un enjambre de profesionales de todo tipo que nunca han tenido un camino ético por las exigencias de sus acciones, o nunca han Tuvo un camino ético ante la situación. Debido a la decadencia institucional que Julio Vásquez había entronizado y promovido, se sentían cómodos y en casa como gusanos en las heces.
El undécimo del monasterio y otros monos voladores.. Sin aislarnos de la corrupta cogestión de Maurén, cuyo tentáculo de perversión se hace sentir en la institución a pesar del espejismo de no estar. He aquí otro ejemplo de la inmoralidad difundida con arrogancia, incluso soberbia, ejemplificada en la institución donde Julio Vásquez fundó una pandilla femenina con fines criminales; Bueno, todo lo que sea inmoral e indecente para estos criminales es normal y razonable si lo hacen. Este es el caso de las más de once mujeres que custodian el negocio y velan por el psiconarcisista Julio Vázquez. La empresa se asemeja a un monasterio por su santidad, castidad, reclusión y profunda meditación, según la esposa del policía, Macu, en informes enviados al condado. Nada podría estar más lejos de la verdad, porque la institución es un santuario que glorifica lo que se nos revela en las Escrituras de Sodoma y Gomorra, además de su altísimo porcentaje de corrupción percibida y los productos alterados que difunde por su causa. consumo social Esta pandilla y otro tipo de mujeres criminales o monos voladores de jalató incluyen al propio Macu, Chabela, Toya, La Mariposa, Pierina, Anda la Reina, Lesbia Carlota y sus tribadas, La Ragazza, Ella (El – la), “Romantic It No importa quién sea Sussana o Roxana, y no podemos dejar de lado a la mayordoma Chuchín, quien por ser la novia consentida del psicópata narcisista cierra filas en el equipo femenino. Y Mara, conocida como Pejesapo, o la bruja bruja, es en este momento una colaboradora de muy bajo rango para Vásquez, a pesar de que ha desarrollado su propia choza de corrupción, desarrollando planes de destrucción contra aquellos de quienes tiene celos. No tiene respeto por sí mismo y soporta todas las humillaciones que le inflige el coronel narcisista siempre y cuando le deje mojarse las manos con ungüento – le dan queso para muchas cosas – ¿entiendes Vásquez?
Masquer y “su guiso” no parecen mojarse, pero lo hacen. El psicópata coronel Séptimo Masquer o los demás que manchan el gobierno corrupto y asesino de Julio Vázquez son sus guisos masculinos; Parece que “nacieron para obedecer al psicópata” y no entendieron el significado de “psicópata”. La socióloga chilena Kathya Araujo: “Hoy estamos en un mundo de jerarquías en movimiento” porque el trío cree que Julio Vásquez permanecerá en el cargo para siempre y cometerá crímenes con él y con él, como si nunca, o siempre, fuera a dejar ese liderazgo. Tómalo como su ‘pran’. Y ellos Su Freeman, Gui Clayman y So Wolfman. Engañando incluso a los hombres más astutos porque nadie sabía decir “paquete chileno”, estos oficiales montaron una estafa contra la institución de origen, y recortaron su patrimonio personal preservando la imagen del psicópata coronel. pero también alimentan su propia codicia.
¿Por qué el trío “su guiso” mantiene su alianza con Julio Vásquez? En lugar de abandonar elegantemente el club, donde se cuestiona su prestigio, y buscar una manera de escapar, estos pistoleros corruptos enfatizan su esfuerzo por permanecer con el coronel psicópata y deshonesto “pagando a sus superiores en moneda extranjera”. su corrupta administración. En una ocasión, el expresidente de Estados Unidos dijo: Franklin Delano Roosevelt“Las personas no son prisioneras del destino, sólo son prisioneras de sus propias mentes.” Asimismo, el famoso filósofo español José Luis López Aranguren Señaló que “los valores morales sepultados por los valores económicos se pierden”. Qué doloroso es para estos tres hombres creer que son deshonestos, pero la evidencia empírica revela que querían y siguen queriendo estar con Julio Vásquez, un psicópata criminal corrupto y experimentado.
Para medir las personalidades de este trío sería prudente tener en cuenta el estándar de Miguel de Cervantes y Saavedra: “El honor del amo determina el honor del siervo, así que mira a quién sirves y verás cuán honesto eres.”
Otro es el asistente virtual con un trabajo próspero y corrupto, que asume las funciones del Obeso y es mimado por su mentor Maurén, haciéndolo intocable para el coronel psicópata. Todos saben tanto unos de otros que, si no están de acuerdo, se destruirán mutuamente.
“Queremos ser buenos, pero no lo somos ni lo seremos nunca;
Tiene que haber una realidad más allá de la tumba con la que podamos estar completamente de acuerdo.
– José Luis López Aranguren.
Dr. Crisanto Gregorio León