Venezuela alega que la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre presuntos crímenes de lesa humanidad bajo el gobierno de Nicolás Maduro tiene “claras motivaciones políticas”, y anunció el lunes que apeló formalmente contra el permiso para continuar.
El comunicado del Ministro de Relaciones Exteriores Yván dijo que la decisión fue “claramente motivada políticamente y parte de una estrategia de ‘cambio de régimen’ promovida contra el país por potencias extranjeras, basada en acusaciones falsas de crímenes contra la humanidad que nunca han ocurrido”. Gil.
El gobierno venezolano afirmó en el documento que presentó sus fundamentos ante la Sala de Apelaciones de la CPI, alegando “errores de hecho y de derecho que violan disposiciones fundamentales del Estatuto de Roma y del derecho internacional”.
La Sala de Preguntas Preliminares de la CPI autorizó el 27 de junio a la fiscalía Karim Khan a continuar investigando denuncias de crímenes contra la humanidad, al considerar injustificados los procedimientos judiciales en el país caribeño.
Venezuela respondió que “rechaza infundadamente la mayor parte de las pruebas que Venezuela ha presentado en el proceso de investigación y sanción de crímenes de abusos a los derechos humanos cometidos en el país”.
La Fiscalía venezolana defiende que el sistema de justicia está funcionando, con más de 450 condenas a militares y policías por violaciones de derechos humanos.
La CPI dijo en ese momento: “Las investigaciones nacionales generalmente parecen centrarse en perpetradores directos y/o de nivel inferior”, señalando que “parece haber períodos de inactividad de acciones investigativas inexplicables”.
La CPI con sede en La Haya abrió una investigación formal en noviembre de 2021.
El gobierno venezolano aseguró que “continuará utilizando todas las acciones disponibles bajo el derecho internacional” para combatir lo que identifica como “un ataque al uso abierto del marco institucional de la CPI para fines contrarios a su naturaleza y razón de existencia”.