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Algunas chicas de Disney tienen un lado salvaje: coquetean con las drogas, el sexo, la pornografía y más.
por Clarín
Bella Thorne fue la última ‘chica Disney’ en demostrar que el productor da una influencia que no todas las jóvenes promesas saben manejar.
Son muchos los compañeros de profesión que, tras salir de la fábrica de sueños, han protagonizado un sinfín de escándalos relacionados con el abuso de sustancias o malas conductas. Estos son algunos de los casos más infames.
Britney Spears
Britney Spears comenzó su carrera como una “Chica Disney”. La cantante saltó al estrellato con “The Mickey Mouse Club” cuando tenía solo 11 años y se convirtió en una diva del pop a fines de la década de 1990, hasta que dejó de ser la novia virgen de Estados Unidos.
Protagonizó un beso que dio la vuelta al mundo con Madonna y una tormentosa relación con Justin Timberlake. Su primer matrimonio duró pocas horas, se convirtió en madre a los veinticinco años y perdió la custodia de sus hijos. Luego viene la tutela de su familia.
Pensaron que estaba al borde de la locura. Tratando de levantarse de las cenizas, golpeó el fondo y se afeitó la cabeza. Y lo consiguió. Unos años más tarde volvió a la cima de la música, aparentemente viviendo una vida tranquila e incluso vendiendo sus obras de arte.
Pero en los últimos tiempos ha vuelto a una peligrosa afición: difunde sus fotos desnuda en su cuenta para deleite de sus fans y dolor de cabeza de quienes lo quieren de verdad.
Miley Cyrus
“Hannah Montana” fue su salto a la fama, pero también resultó ser su peor pesadilla. Después de interpretar un personaje durante cinco años, el público lo encasillaba en él.
La cantante se sintió atrapada en una personalidad que no era la suya. Hasta que dio un golpe sobre la mesa y presentó a Miley Cyrus en sociedad. Lo hizo a base de escándalos: defendió el consumo de drogas, los bailes provocativos, el lenguaje explícito… se convirtió en la antítesis de un icono de Disney.
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