Es principios de agosto y Los niños desnutridos no dejan de acudir al Hospital Fontaine de City SoleilEl barrio pobre controlado por pandillas más grande de Port-au-Prince.
El centro de salud, establecido desde hace más de 30 años en este barrio muy pobre de la capital haitiana, afectado en un 80% por bandas armadas, ofrece Un raro respiro para los residentes de esta “zona sin ley”, en palabras de su fundador, José Ulismi
él Personal médico que atiende a bebés y niños pequeños Los traen sus madres o los envían asociaciones o incluso sacerdotes, explicó a la AFP el director.
“Todos los días recibimos entre 120 y 160 niños para vacunar.Y ahí es cuando revisamos, especialmente la desnutrición”, dice ella.
“Hace cuatro o cinco años, había diez niños por día en este lote que necesitaban ayuda nutricional.Hoy son de 40 a 50″, lamentó.
Algunos de los casos menos graves regresan a casa después de las pruebas y se brinda apoyo nutricional a sus familias. Aquellos cuya condición es crítica han sido ingresados en el hospital. “Algunos tienen esqueletos rectos y problemas respiratorios.dijo el director.
Cara, costillas distendidas, abdomen hinchado, raquitismo: niños, Los niños menores de dos años a menudo sufren complicaciones médicas..
“Antes teníamos una capacidad de 20 a 25 camasPero este año, con el pico [de casos de nutrición severa]”Hemos crecido a alrededor de 60″, dijo Ulis.
La mayoría de los bebés se quedan allí con sus madres durante varias semanas.Hasta que su peso se estabilice. Las mujeres también suelen presentar cuadros de desnutrición.
Violencia de las pandillas
en un año, Las acciones de las bandas armadas han llevado a un aumento del 30% en la desnutrición Según las estadísticas publicadas por UNICEF en mayo, grave aguda entre los niños.
Actualmente uno de cada cuatro niños sufre de desnutrición crónica.Uno, según la agencia de las Naciones Unidas, se espera que 115.600 personas sufran desnutrición severa este año.
Intensificación de las crisis políticas y de seguridad crónicas Eso afecta a la pequeña nación caribeña, con un alarmante rebrote de casos de cólera, origen de la enfermedad.
“Cada vez son más las madres y los padres que no tienen los medios para cuidar y alimentar adecuado para sus hijos”, dijo el jefe de país de UNICEF, Bruno Mes, en mayo.
“La violencia tiene consecuencias a lo largo de la vida del pueblo haitiano: En salud, porque la gente ya no tiene acceso a hospitales y policlínicos; En la economía, porque la gente no puede ir a trabajar sin correr el riesgo de ser secuestrada y asaltada en el camino; sobre el comercio, etcétera», subraya a su vez Ulises.
“La violencia está en todas partes”, lamentó.