La caída del consumo en la economía venezolana ha obligado a las empresas a reducir la frecuencia y magnitud de los aumentos de precios para aumentar las ventas, lo que se traduce en una inflación del dólar más baja que el año pasado.
Según estimaciones de la consultora Ecoanalítica, la variación de los precios en dólares en la economía venezolana podría llegar al 25% a finales de 2023.
Así lo reveló Jesús Palacios, economista senior de Ecoanalítica, en entrevista con Golpes de circuitoaclara que representará la mitad de la inflación en dólares registrados para 2022.
“La inflación del dólar probablemente cerrará alrededor del 20% o 25%. El año pasado cerró como al 52%, entonces podría ser la mitad o incluso menos”, dijo.
El también profesor de Análisis Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) explica que esta reducción de la inflación del dólar podría estar relacionada con una disminución del consumo este año.
“La razón es porque si no tienen demanda de bienes, ¿cómo pueden las empresas ajustar sus bienes para aumentar? Pero tienen un techo, porque no pueden seguir corrigiendo y la gente no está comprando”, advirtió.
*Lea más: Inflación del dólar y colapso económico: ¿Venezuela en crisis?
En otras palabras, la industria comercial ha logrado adaptarse al reducido poder adquisitivo de la población en 2023. Sin embargo, la continua reducción de precios o promociones para aumentar las ventas ha tenido límites que la hacen insostenible, especialmente si, incluso a niveles estables o precios más bajos, el consumo no se recupera.
A los ojos de Palacios, una posible solución es que el gobierno mejore su capacidad de generar ingresos a través de los impuestos, estrategia que ha adoptado la administración de Nicolás Maduro en los últimos meses aumentando la carga tributaria.
“Ojalá con las campañas que impulsa el Gobierno para obtener más ingresos, se genere una mayor recaudación tributaria y una mejor estabilidad cambiaria. Eso podría impactar el segundo semestre con un mejor consumo”, insistió.
Con más dinero en la economía a través de la recaudación de impuestos, pudieron inyectar divisas a la economía para estabilizar el tipo de cambio, factor fundamental para reactivar el consumo ya que una proporción importante de la población Venezuela genera ingresos en bolívares y sufre la devaluación del la moneda local. una moneda nacional en una economía que fija su precio en dólares.
“La apreciación del tipo de cambio sigue impactando el poder adquisitivo, porque estimamos que el 58% de las personas aún ganan en bolívares. Mucha gente no cobra al tipo de cambio, como es el caso de casi todo el sector público y una parte importante, pero importante -alrededor del 35%- del sector privado”, dijo.
* Lea también: ¿Qué es y por qué existe la llamada “inflación del dólar”?
Sobresaturación de la oferta
La economía venezolana experimentó una desaceleración del crecimiento en el primer semestre de 2023, especialmente en el sector comercio, que se vio impulsado el año pasado.
Palacios razonó que muchas empresas esperan que la economía mantenga el rumbo del año pasado y proyectan sus expectativas y metas en base a ese desempeño, encontrando un techo a la caída del consumo por la disminución de las compras de la población.
Aborda específicamente el fenómeno de los restaurantes, una industria que enfrenta una sobresaturación de ofertas dirigidas a un mercado muy pequeño, donde una proporción importante de estas inversiones no dan frutos.
“Hay una sobresaturación. Más de 200 restaurantes abrieron el año pasado, con el objetivo objetivo incluyendo el 5% o el 7% de la población. Se supone que es un negocio sin pérdidas, pero tiene como objetivo objetivo muy pequeña, sin oferta de calidad, o muy cara, te pueden echar del mercado”, agregó.
*Lea también: Negocios de “Venezuela Premium” en crisis tras ignorar al 93% de la población
Hizo hincapié en que la base de la pirámide, el área con la mayoría de la población que genera menos ingresos, no tiene el poder adquisitivo para ingresar al mercado. auge apareció el año pasado, lo que explica por qué el consumo se desaceleró.
«Cuando la parte baja de la pirámide no tiene poder adquisitivo, la parte alta sufre porque bajan los niveles de consumo, las empresas no facturan igual y no cumplen con sus expectativas. Si bien hay empresas que han superado esta situación, la mayoría atraviesa una situación difícil que no esperaban el año pasado”, dijo.
Publicar vistas: 376