Las recientes sanciones y restricciones impuestas por el gobierno de EE.UU. a Venezuela no solo han reducido el flujo de actividades comerciales con empresas de ese país y países aliados, sino que también han obligado al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Profundizar acuerdos con países como Rusia, China, Irán y Turquía para paliar esta situación.
En el caso de la Federación Rusa, las dificultades han aumentado, porque el gigante euroasiático también ha caído en el punto de mira de Estados Unidos por el conflicto con Ucrania, que, con el apoyo de sus aliados acérrimos, también ha implementado medidas coercitivas en la administración de la Unión, Vladimir Putin, que incluso ha reducido el suministro de importantes productos energéticos y alimentarios al continente europeo.
A pesar de estas dificultades, las perspectivas de mejora del comercio entre Venezuela y Rusia para lo que resta de 2023 y 2024 son atractivas. Esta es al menos la opinión de la Cámara Ruso-Venezolana (Cavenru), según su presidente y vicepresidente, Roman Frolenko y Daniel Rowa, respectivamente.
En entrevista con Últimas Noticias, Roman Frolenko, un ciudadano ruso que vive en el país desde hace cuatro años, cree que Rusia, acostumbrada a las medidas coercitivas desde los tiempos de la extinta Unión Soviética, tiene herramientas suficientes al lado de Venezuela. Para aumentar el comercio.
“Tenemos restricciones, no podemos importar muchos productos, pero estamos avanzando porque Rusia es muy fuerte, somos muy fuertes en la producción agrícola, cuando nos golpean fuerte nos unimos y empezamos todos”, enfatizó.
Agregó que el hostigamiento que ha sufrido Rusia le ha permitido crear un mercado interno y un efectivo proceso de importación y exportación con sus aliados, entre ellos Venezuela, desde el bienio 2010-2011, durante la administración de Hugo Chávez. , el intercambio ha ido creciendo.
“El año pasado hubo un acuerdo para exportar pescados y mariscos de Venezuela a Rusia, mientras que Rusia traerá al país carne de cerdo, res y embutidos además de proveer a PDVSA de insumos y tecnología para mejorar su producción petrolera”, dijo. Al mismo tiempo señaló que “tenemos financiamiento de Rusia, porque PDVSA está disponible para ayudarnos en lo que necesitemos en este momento”.
En ese sentido, limitó la línea directa y segura de transporte marítimo entre ambos países, que estimó podría activarse en unas tres semanas.
“Tenemos varios puertos en Rusia, como San Petersburgo y Sebastopol, y aquí queremos desarrollar los puertos de La Guaira, Maracaibo y Puerto Cabello con nuestros empresarios y con financiamiento estatal”.
Frolenko también se refirió al tema de la agricultura y precisó que cereales como el trigo tendrían prioridad en el suministro de alimentos de Rusia a Venezuela por su condición de miembro de la Federación Rusa de Agricultores.
“Eso significa que podemos traer cereal aquí sin intermediarios ya precios competitivos, por debajo del resto del mercado”, dijo en referencia a los planes para restaurar la gran cantidad de molinos que existen actualmente, a través de asistencia técnica. Están desactivados desde hace varias semanas y, una vez operativos, podrían convertirse en una fuente de empleo para los venezolanos.
Destacó que Canvenru tiene otros proyectos para Venezuela más allá del plano comercial, y en ese sentido mencionó las actividades culturales y el turismo en particular.
Estimaciones para 2024
El vicepresidente de Cavenru, Daniel Roa, coincide con la expectativa de Frolenko de que el comercio entre Venezuela y Rusia aumentará para 2024, que se estima entre 200 y 300 millones de dólares mensuales.
“Se viene un intercambio comercial, que es muy interesante para ambos países, que nos va a permitir desarrollar las exportaciones, porque Rusia es el país más grande del mundo y podemos aportar como comerciantes y enviar productos fuera del país para satisfacer las necesidades nacionales, ” él dijo.
Además de los puntos mencionados por Román Frolenko, Roa señaló que está previsto activar la exportación de palta, cacao y café a Rusia, “que antes se hacía de forma triangular con China, pero ahora se hará de manera directa”.
En cuanto al sector turístico, señaló que esta actividad no se limitará a lugares comunes como la Isla de Margarita, sino que se prevé expandir esta actividad a la ciudad capital y a los Parques Nacionales Gran Sabana y Canaima, entre otros. .
También resaltó que otro proyecto interesante es importar desde Rusia los vehículos de la popular marca Lada, que fueron muy demandados en Venezuela en la década de los 90, para ser vendidos a precios más bajos que los autos chinos e iraníes.