con una Venezuela Informa
Luis Martín Sánchez Yniguez, corresponsal del diario La Jornada en el noroccidental estado mexicano de Nayarit, fue hallado muerto este sábado tras desaparecer, informó el diario, donde trabajaba.
“Un cadáver encontrado en la localidad de Huachines (…) en el municipio de Tepic ha sido identificado como el de Luis Martín Sánchez Iñiguez, de 59 años, corresponsal del diario La Jornada”, señaló el diario en su informe. sitio web
El diario, que citó informes de autoridades locales, indicó que la esposa del contacto, Cecilia López, había denunciado su posición desde la noche del miércoles, cuando se encontraba en otra ciudad visitando a familiares.
El cuerpo sin vida de Sánchez Íñiguez fue encontrado el sábado por la mañana en una zona rural cerca de Tepic, la capital de Nayarit. Aparentemente estaba envuelto en una bolsa de plástico y tenía un mensaje en el pecho, supuestamente de los delincuentes, según medios de Nayarit.
Sánchez, el primer periodista activista asesinado en México en 2023, estuvo en su casa el miércoles por la noche y habló con su esposa por teléfono.
López dijo en su denuncia, agregó el diario, que en su casa encontró la ropa que había usado su esposo el día que lo vio y que en su bolso estaban todas sus pertenencias excepto la tarjeta de corresponsal de La Jornada.
La familia también informó que “faltaban su computadora, su celular, un disco duro y sus sandalias”, agregó el diario.
El tercer periodista de La Jornada ha sido asesinado en los últimos años, tras los asesinatos de Javier Valdez Miroslava Brech en marzo de 2017 en Chihuahua (norte) y en mayo del mismo año en Sinaloa (noroeste). Este último periodista era colaborador de AFP.
México es considerado uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer la profesión, según RSF. Según la organización, más de 150 periodistas han sido asesinados en México desde el año 2000.
Según el gobierno, hubo 13 asesinatos de periodistas solo en 2022 y las autoridades investigan si estos incidentes están relacionados con la profesión de las víctimas.
La mayoría de los delitos cometidos por comunicadores continúan en la impunidad.
AFP