Más de 6.000 personas se dieron cita el jueves en Nanterre, al oeste de la capital francesa; dos días después de que la policía matara a tiros a un joven de 17 años. Después de dos noches de disturbios cerca de la capital, la madre de Nahel convocó una marcha por la justicia en Francia. RFI recoge palabras de los residentes
Carta: Rafael Morán
Miles de personas se reúnen en Nanterre, al oeste de París, el 29 de junio de 2023 para recordar a Nahel, un joven asesinado a tiros por la policía. AFP – BERTRÁN GUAY
Miles de personas salieron a las calles de Nanterre el jueves 29 de junio. Los manifestantes respondieron a las llamadas de la familia de Nahel, el francés de 17 años que fue asesinado a tiros por la policía el martes pasado.
El oficial que le disparó fue detenido. La fiscalía ha determinado la acusación oficial del representante por homicidio doloso.
Vecinos de Nanterre, el famoso suburbio de la capital, donde ocurrieron los hechos, se concentraron para exigir justicia por la muerte de Nahel.
Las calles siguen sembradas de pintadas antipolicías y restos de coches calcinados, huellas de dos noches muy tensas en las que grupos de jóvenes atacaron con fuegos artificiales edificios públicos tras la muerte de un joven.
“La policía no es defensora de la paz sino del odio”, dice a RFI Malika, una educadora de jóvenes de Nanterre que conoce a Nahel. “La destrucción de obras públicas en la ciudad es inaceptable, pero entiendo el enojo de la gente. Nahel es un niño encantador, no hay problema. Él sólo hizo travesuras cuando era un niño. Me sorprendió ver en qué condiciones murió. Apuntar un arma así a un niño es inaceptable para mí”.
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“Hay un tabú” en Francia
Mayssane, una chica de 20 años, llegó con dos amigas. Lamenta que la relación entre la policía y los jóvenes se haya deteriorado. “Lo que hizo la policía creará una sensación de inseguridad en la ciudad. Mi mamá me dijo que los policías jugaban al fútbol con sus nietos, pero ahora están muertos. Ahora los miran con odio”, dijo.
La muerte de Nahel le trajo un recuerdo imborrable: el de su amigo, quien falleció en 2021, en la misma ciudad, en un incidente con un carro policial.
Durante la marcha, muchos participantes afrodescendientes los denunciaron como víctimas de discriminación racial por parte de policías franceses.
Es una asignatura pendiente de la sociedad francesa, dijo a RFI una mujer de otro suburbio que pidió permanecer en el anonimato. “La violencia policial ha empeorado en los últimos 20 años y hay un tabú en Francia al respecto”.
La muerte de Nahel ha reavivado el debate sobre la gestión del orden en los barrios populares de Francia.
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