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Cuando uno termina Lista de grandes jueces de la historia judicial venezolanaJorge Rosell Senhenn ocupará uno de los lugares más destacados. Tuvo una carrera judicial que abarcó desde el puesto de secretario del Tribunal Superior de Justicia hasta magistrado, y siempre estuvo impulsado por la integridad y el coraje de innovar. Brilló como profesor universitario, doctrinario, sindicalista, esposo, padre y ciudadano larense. También fue un deportista importante. Participó en treinta y siete competiciones deportivas organizadas por la Federación de Colegios de Abogados; Compitió en natación, tenis, ping pong y pelota criolla.
Jorge Rosell Senhenn Trabajó en la elaboración del Código Orgánico Procesal Penal con Sergio Brown, Magaly Vásquez y Jesús Ramón Quintero, entre otros. Su presencia en este comité de redacción tuvo un impacto en el desarrollo de los principios de aseguramiento incluidos en la primera versión. Vale la pena señalar que estos principios de garantía fueron distorsionados por las reformas que sufrió este instrumento en sus versiones posteriores.
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Su élite carrera judicialRosell expuso un pensamiento jurídico propio derivado de su formación como humanista y jurista. Es uno de los jueces que introdujo cambios innovadores en la interpretación judicial de la norma jurídica. En su búsqueda de la justicia, demostró la capacidad de distinguirse del positivismo jurídico cuando encontró que una norma era claramente inconstitucional. Pero siempre dio razones sólidas para justificar lo que hizo.
Lo que quiero explicar está en su libro. Diarios de un juez penal. Otra forma de lograr justiciaEn el que el autor -a través de anécdotas y experiencias de vida- explica los complejos problemas del derecho penal y la criminología. Rosell entendió que se trataba de dos disciplinas muy relacionadas porque, como él mismo decía, “la criminología sin criminología es un cascarón vacío”. Estos pensamientos fueron objeto de un encuentro realizado el 23 de noviembre de 2023, donde tuve el privilegio de presentar esta obra original en la cátedra Román José Duque Corredor, gracias a la iniciativa y capacidad organizativa de la profesora María Amparo Grau (https:// www.youtube.com/watch?v=IR7kaN-VcD8).
La metodología de Jorge Rosell Senhenn Se apartó de las enseñanzas de Hans Kelsen, un firme defensor del positivismo jurídico, que defendía la vinculación del comportamiento humano a normas jurídicas positivas en algunas situaciones complejas. Según esta visión positivista, cuando los ciudadanos ajustan su comportamiento de acuerdo con las normas o sentencias producidas por el régimen autoritario, un orden jurídico se estructura en la misma medida.
Sin embargo, el juez Rosell supo desafiar esta visión positivista gracias a la educación que recibió de su maestra, Lolita Aniyar de Castro, quien le enseñó y guió. escuela sobre el uso alternativo del derecho Para resolver problemas legales complejos. El problema surgió cuando Rosell buscó orientación académica del profesor Aniyar de Castro, quien le dijo que podría ayudarla e incluso convertirse en profesor de su tesis doctoral “si puede hacerlo sobre este tema”. Inmediatamente colocó sobre la mesa cuatro libros que el doctorando debía leer y discutir con su profesor. Vale la pena señalar que esta escuela alternativa de uso legal de origen marxista no es inmune a las críticas porque, aunque inspirada en Europa, es inherentemente latinoamericana. Algunos sostienen que se trata de una forma de “teología de la liberación” en el campo del castigo. Sin embargo, Rosell siguió sus órdenes con sentido común y las expresó con su intuición, sentido común y formación humanista.
El primer libro que le regaló su maestro fue el de Roberto Bergalli. Crítica de la criminología. Se adjunta el “Manifiesto Mexicano”, que analiza la protección de los derechos humanos en materia penal. Entre otras cosas, promueve la necesidad de educar a legisladores y jueces sobre los derechos humanos en el ámbito de la justicia penal. Este manifiesto fue firmado por las venezolanas Lolita Aniyar de Castro y Julio Elías Mayaudon Grau.
El segundo libro fue del español Manuel Peris. Juez, Estado y derechos humanos. Este libro cuestiona el uso específico del positivismo jurídico como metodología para la resolución de disputas jurídicas. Como también afirma Luigi Ferrajoli, pide al juez que sopese la ley antes de aplicarla, porque la aplicación de la ley no es un trabajo mecánico ni burocrático.
El tercer libro fue el de Pietro Barcellona y Giuseppe Cotturri. Estado y abogados; Abogar por el uso alternativo del derecho en materia penal. Esta escuela surgió en Italia después de la Segunda Guerra Mundial cuando el fascismo utilizó jueces penales para reprimir a sus oponentes políticos. Si bien se trataba de una visión basada en el pensamiento marxista de que el derecho era producto de la clase dominante para someter a la clase dominante, el juez Rosell la liberó de ese sesgo ideológico y la aplicó sin complejidad en la resolución de casos penales.
El cuarto y último libro fue de la socióloga venezolana Karin Van Groningen. La desigualdad social y la aplicación del derecho penal, El autor revela la disparidad en el trato penal entre los ciudadanos ricos y los que carecen de recursos económicos. En segundo lugar, tiene los recursos para pagar su defensa, algo que no le sucedería al ciudadano medio. La interpretación del juez Rosell Senhenn pretendía igualarlos a todos, como se puede comprobar en los casos incluidos en sus crónicas.
A esta estructura doctrinal se sumaron las obras de Luigi Ferrajoli. ley y lógicaAportar una perspectiva garantista al derecho penal y enfatizar la necesidad de proteger los derechos fundamentales en la interpretación del derecho.
Este bagaje conceptual permitió al juez Rosell Senhenn formular su propia teoría jurídica, que le permitió resolver determinados casos desde una perspectiva jurídica. Protección de los derechos humanos de los procesados. Un juez que siente que se enfrenta a una ley claramente injusta debería privilegiar los principios jurídicos y no aplicar esa ley. Esta situación se agrava durante los períodos de transición de dictaduras a democracias. Esto es lo que ocurrió después de la derrota del fascismo y el nazismo, cuando los jueces se vieron enfrentados a leyes diseñadas para perseguir a los disidentes. En este caso, la ley no debe implementarse si causa una violación significativa de los derechos fundamentales, y debe privilegiarse la implementación de los principios que protegen estos derechos.
El juez Jorge Rosell Senhenn ofreció una perspectiva crítica y tranquilizadora en sus decisiones. derecho penal. Privilegió la protección de los derechos humanos y utilizó el poder judicial con prudencia; esto le permitió administrar justicia en un caso particular. Despenalizó los casos en los que la aplicación burocrática de la norma legal podría conducir a la violación de los derechos fundamentales del imputado.
La misma situación que ocurre con el fraude final y la debida obediencia de los agentes policiales se ve en sus votaciones registradas. En el fraude último rechazó la mezcla entre fraude y culpa, del mismo modo que la rechazan los dogmas del crimen. No aceptó que el cumplimiento de un simple deber con la debida obediencia por parte de los agentes policiales fuera una justificación del delito. cometiendo crímenes. En otras palabras, un policía no puede justificar la comisión de un delito alegando que cumplió con su deber policial y las órdenes de su superior.
Está fuera del breve alcance de este artículo examinar los diferentes casos contenidos en su libro de crónicas. Pero el material sigue ahí para que las universidades abran líneas de investigación para estudiar lo que podríamos llamarlo. ÉL pensamiento roselliano. Porque sus decisiones establecieron una valiosa doctrina jurídica y buscaron siempre el equilibrio entre seguridad y derechos humanos.
Jorge Rosell Senhenn fue mucho más que un abogado penalista. filósofo jurídico. La nueva generación de abogados tiene mucho que aprender de este gran jurista y ciudadano larense, quien nos dejó un ejemplo de dignidad, honestidad y compromiso con Venezuela.
Ramón Escovar León
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