Pedro Urruchurtu, uno de los seis disidentes escondidos en la residencia de la Embajada argentina en Caracas, custodiada por Brasil desde marzo, condenó este miércoles el “asedio policial” que se ha intensificado -de manera persistente- en las afueras del edificio. Comenzó el pasado 23 de noviembre.
En una publicación en Instagram aseguró que este miércoles hubo “amenazas de ingreso” y “vuelos con drones por la tarde”; como había afirmado anteriormente, hubo “un importante despliegue de agentes represivos del Estado”.
Manifestó que aún no hay servicio eléctrico en la casa, y que pueden enfriar algunos alimentos gracias a una “pequeña” planta eléctrica, pero “no cubre las necesidades de toda la casa”.
También añadió que tienen “reservas mínimas de agua potable”, que sigue bloqueado el “acceso” a los camiones cisterna para llenar el tanque del inmueble, y que hay “restricciones y algunas incidencias” en el acceso a los alimentos.
Urruchurtu hizo, por tanto, un llamamiento al mundo y “en particular” a los Gobiernos de Argentina y Brasil, “que tienen responsabilidad directa sobre esta sede” y al “cuerpo diplomático acreditado en Venezuela” a “alzar la voz”. Nos enfrentamos a una “terrible violación del derecho internacional” y del “derecho de asilo”.
La oposición afirmó que se trataba de “un respaldo a las prácticas de terrorismo de Estado” y por ello exigió “un comportamiento seguro para que podamos salir sanos y salvos”.
Horas antes, Machado había informado que personal de seguridad había amenazado con un “posible ingreso” a la residencia, donde “más de 20 agentes (…) se presentaron” en “cinco patrulleros y vehículos civiles” en las primeras horas de la mañana.
Tras la expulsión de diplomáticos argentinos, la embajada permanece bajo protección brasileña desde agosto; sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro revocó este permiso en septiembre por presuntos actos terroristas planificados por los refugiados dentro de la sede.
La mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), pidió la semana pasada presión internacional para poner fin al “asedio criminal” y “garantizar un comportamiento seguro lo antes posible para los seis compañeros” que entraron en la sede diplomática. Dijo que la Fiscalía los acusó de diversos delitos como asociación delictuosa y traición a la patria.
Además de Urruchurtu, la residencia incluye a colaboradores del partido Vente Venezuela que lidera Machado, Magalli Meda, Omar González, Claudia Macero, Humberto Villalobos y el asesor del PUD, el ex ministro Fernando Martínez Mottola.
Estados Unidos solicitó este miércoles al presidente Nicolás Maduro brindar paso seguro a seis disidentes.