Recientemente, el país sufrió una pérdida de alrededor de 246,9 millones de dólares. ataques terroristas Condenó a la vicepresidenta Delcy Rodríguez por oponerse a la infraestructura estratégica de PDVSA.
En una conferencia de prensa el lunes, la industria del petróleo y el gas informó pérdidas de aproximadamente 157,8 millones de dólares; 55,8 sector petroquímico; 29,8 para el sector industrial y 3,5 para el sistema eléctrico.
“Esto no incluye el impacto en los sectores industrial y de transporte, pero gracias a los planes de contingencia que tenemos hemos logrado distribuir diésel y asegurar un impacto mínimo en el sistema eléctrico”, dijo.
De igual forma, el Ministro de Petróleo rindió homenaje a los trabajadores de Pdvsa que trabajaron incansablemente para mejorar el complejo de distribución de gas de Muscar en el estado Monagas.
“Salvo los factores extremos que sirven a estos planes, la mayoría de los trabajadores industriales están a punto de salvar al sector de los hidrocarburos, que con esfuerzos propios y nacionales está provocando un proceso de recuperación paulatina”. Continuar garantizando los elementos básicos del desarrollo nacional.
eliminación de cinta
Asimismo, el ministro de Petróleo informó que la dirección de seguridad interna de Pdvsa fue disuelta. bandas criminales que intentan causar daños financieros a la industria.
“No sólo causaron daños materiales, sino que también intentaron amenazar el buen funcionamiento de la industria”, enfatizó.
Rodríguez insistió en que se trata de “un ataque al corazón de la productora de gas de Venezuela”, porque la instalación donde ocurrió la explosión y hirió a cinco trabajadores de la petrolera estatal PDVSA distribuye el 80% de estos líquidos al país.
Asimismo, enfatizó que hay 11 personas responsables de estos crímenes, privadas de su libertad y bajo investigación. “Hay un extranjero (…) salió del país el día que realizó esta maniobra”, enfatizó.
En este sentido, reiteró que la industria petrolera sigue siendo un objetivo estratégico en la mira del Pentágono estadounidense, que quiere apoderarse de nuestros recursos.