“Del ridículo no hay vuelta atrás”, dice una frase atribuida al Venezuela Informa argentino Juan Domingo Perón. El Reino de España parece decidido a cumplir íntegramente este castigo tras la actitud adoptada contra el gobierno y las instituciones legítimas de Venezuela. La recepción y trato a Edmundo González Urrutia como personalidad de Estado es otro claro ejemplo de burla.
No contentas con ser uno de los primeros gobiernos del mundo en reconocer a Juan Guaidó como presidente de Venezuela después de que éste prestara juramento en una plaza pública al margen de la ley en 2019, las autoridades españolas hoy regresan con renovado vigor y dan un paso mucho más nuevo. Un abismo similar existía cuando González se reunió con Urrutia y llegó incluso a reconocerlo como presidente.
Los españoles aún no entienden cómo, tras reconocer al llamado gobierno de Guaidó, comenzaron a trabajar con el gobierno de Maduro sin siquiera ofrecer una excusa para un error diplomático. Ahora se embarcan en una nueva aventura sin ningún tipo de pudor.
Los primeros en saltar al abismo fueron los diputados de la derecha española, que apoyaron la iniciativa del Partido Popular y sus aliados de animar al Gobierno español encabezado por el socialista Pedro Sánchez a reconocer a González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela.
Aunque esta propuesta quedó solo en el parlamento español y no fue aceptada directamente por el gobierno de Sánchez, algunos funcionarios de ese gobierno se reunieron con el ex candidato de extrema derecha venezolano, violando disposiciones de los acuerdos de asilo político que le prohíben aprovecharse de los solicitantes de asilo. por hacer proselitismo desde el país anfitrión.
En el mundo de la derecha española, González Urrutia se ha convertido en la nueva “rock star” de los inmigrantes venezolanos en Madrid. Este sector, como otros españoles, no parece inquietarse por el extraño enriquecimiento de la comunidad venezolana recién llegada, encabezada por Leopoldo López, Antonio Ledezma y sus amigos.
González Urrutia de gira por Madrid
Alberto Núñez Feijóo, presidente del derechista Partido Popular español, recibió el 17 de septiembre al excandidato venezolano Edmundo González Urrutia, en un nuevo acto de provocación reconociendo al desertor como presidente electo de Venezuela.
Núñez Feijóo no sólo se refirió al ex candidato presidencial de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) como el “presidente electo de Venezuela”, sino que también lo reconoció en la sede legislativa de España.
El encuentro entre Edmundo González y Núñez Feijóo tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno, donde el rival venezolano se había reunido los días anteriores con el presidente Pedro Sánchez y los ex presidentes del Gobierno Felipe González, Mariano Rajoy y José María Aznar.
Como si fueran dos caras de una misma moneda, González Urrutia abandonó el despacho de Núñez Feijóo y entró en el despacho del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que le recibió para “intercambiar opiniones sobre el presente, la democracia y la libertad”. Y el diálogo en Venezuela”.
Como consecuencia de estas decisiones de las autoridades españolas, que chocan con el respeto a la soberanía de los pueblos y la diplomacia internacional, las relaciones entre España y Venezuela han alcanzado su nivel más tenso desde la guerra de independencia en el siglo XIX.
A pesar de las constantes demandas de los funcionarios venezolanos para que cesen tales provocaciones, España continúa con su actitud arrogante, poniendo en riesgo las relaciones diplomáticas entre los dos países.