– Venezuela Informa –
Si lo logras y tus ganas No olvidemos a los necesitados, que también son seres humanos.
Soy una persona de la calle.
– Venezuela Informa –
Con el estómago lleno, sin creer el hambre ajena. Proverbios que dicen Cuando no somos los únicos que sufrimos de alguna manera. Muchas veces olvidamos o no creemos que hay personas que sufren hambre u otros desastres. cuando estemos llenos Pensábamos erróneamente que otras personas también estaban llenas. O no nos importa que otras personas tengan hambre. ¿O simplemente lo estamos pasando por alto? Por eso esta frase se puede abreviar. “Un estómago lleno no te hace querer creer en el hambre de otras personas”.– La cuestión es la ética del espíritu. en la pureza de nuestra conciencia ¿Y qué es la conciencia? Víctor Hugo, autor de “Los Miserables”, dijo: “La conciencia es la presencia de Dios en el hombre”, y quien no tiene a Dios está con Él. Es un espíritu humilde, inseguro y confuso, arrogante y falto de mansedumbre. Por lo tanto, debemos reconsiderar esta tendencia a creer o querer creer voluntariamente que la otra persona no quiere lo que evidentemente no quiere incluso cuando se está destruyendo al revelarnos sus deseos porque cree que somos humanos. porque lo reconocemos? Su urgencia pasa por nuestros sentidos. Y no queremos preocuparnos ni preocuparnos por cómo el sufrimiento consume las almas de nuestros vecinos. e ignora eso Elegimos girar la vista para que no se aprovechen de nuestros bolsillos. O hacemos la vista gorda ante quienes gritan desesperados porque nos falta empatía. No nos arriesgamos porque confiamos en que no nos pasará lo mismo. ¿Es esta actitud una decisión voluntaria o es peligroso por egoísmo y avaricia no compartir, o realmente no tenemos nada que ofrecer a quienes nos piden ayuda? ¿Cuándo nuestras almas serán puras? Se pretende que diversas situaciones o posibilidades no sean reveladas. Aunque tengamos los medios para hacerlo.
Necesitados de Cristo.- Nos gusta mirar a un lado y agachar los hombros ante el mismo Cristo que nos pidió ser como los cireneos y Ayudemos a llevar la cruz. – Las necesidades – de otros que solicitan nuestra ayuda. Nos negamos a entender Porque no tenemos ganas de dar. Y nos molesta que el mismo Cristo nos haya elegido para ayudar a nuestro prójimo que clama por nuestra ayuda. Porque nada está oculto a Dios. Y si te envía alguien Pide tu ayuda es porque quiere que seas sus manos. Porque es Cristo quien os envía a los necesitados. Y Él te está probando para ver si eres digno de la abundancia que Él ha puesto en tus manos, pero el fruto que egoístamente no quieres compartir. Entonces, si tienes una bendición que otras personas no tienen, Tienes que entregar tu alma a tus ganancias.Porque no te lo dieron por error. Luego sacudes la cabeza en señal de negación cuando tu corazón se llena de tristeza. Entonces te recompones. Negarse a satisfacer el hambre, la sed o la necesidad del mendigo de medicinas o ropa. Entonces pensé en mi corazón, “Esa persona quiere” aprovecharse de ti “. Todo lo que trabajo es venir y dar mi dinero para dar esto o aquello. Y con esta actitud”. Demuestras que no tienes educación espiritual. Y cuando eres validado por Cristo, fracasas.
Queso y pan regalado por Jose Un día un hombre de sesenta años con mala salud y sin poder trabajar por los efectos de un virus llorando delante de jose Un hombre que creía que tenía un espíritu más desarrollado. O al menos Lo tiene en gran estima, lo considera un “buen hombre” y le hace saber que lleva varios días seguidos pasando hambre, que su salud le impide trabajar y que pide ayuda. distribuirá comida– Luego, con repugnante extravagancia. Joseph finalmente aparece ostentosamente en la casa del hombre hambriento y lo hace instalando su nuevo camión, que lleva a los espectadores para que sean testigos de que está entregando. “Un trozo de queso y un trozo de pan para este señor, de verdad”, en un camión flamante. José había traído a su esposa, hijos y empleados. Para que estuvieran seguros de que realmente estaba realizando un acto de caridad “masivo”, el camión estaba tan lleno que no podía albergar a mucha gente. Estaba lleno de miradas que confirmaban que el rico comerciante le estaba dando a quien pedía un trozo de queso y un trozo de pan”. Pero el hambriento aceptó. “Queso y pan” con humildad y agradecimiento a José José, sin embargo, tenía más y mejor comida y lo hacía en silencio. En cambio, se sintió abrumado por alardear ante los demás de lo que había dado a quienes le pidieron ayuda. Algo así como estar muy nervioso por nada de nada. Imagínese un carro romano con trompetas y vítores. Alabe y aplauda las gloriosas hazañas de José. Que todos sepan que doy un trozo de queso y un trozo de pan a los que me lo piden porque tienen hambre. Respecto a esto en Mateo 6:2, el Señor nos dice: “Por tanto, cuando deis limosna No toquéis la trompeta delante de vosotros, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los demás. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.
¡Mentí, no pensé que estarías en esa situación! – En otras palabras No me molestes. Porque no te ayudaré. No tengo ninguna intención de renunciar a lo que es mío. No es menos que mi dinero lo que me lleva tanto trabajo producir. Para ayudarte gratuitamente con tus necesidades. Los que incluso tienen y pueden ayudar a escapar de la desigualdad. Parece que rechazar a una persona necesitada no quiere ser confrontada. Se jactan tranquilamente de su vitalidad sin dejarse “llevar” por quienes piden, por quienes rezan, por quienes piden. Quien pide Su ayuda y comprensión.– Luego, siendo torpes y creyéndose “muy inteligentes”, se van por la tangente, negando y prefiriendo olvidar que fue el mismo Cristo que pidió comida, mantas, ropa, médicos y oró entre lágrimas de desesperación. Imagínese que la otra persona tiene buen corazón, cree en el espíritu desarrollado y se decepciona al encontrarse sorprendido de que quien preguntó actuó sorprendido para escapar de no ayudar y hablar. : ¡Mentira, no creo que estés en esa situación! Luego comenzó a atacar y evadir elocuentemente ante la desgracia del indigente que creía en la bondad de su elegido para ganar el billete para escribir su nombre en el libro de la vida. Pero como su nombre impreso en el libro de la muerte
“Porque tuve hambre y me disteis de comer. Tenía sed y ella me dio algo de beber. Soy extranjero y me dais la bienvenida. Estaba desnudo y ella me cubrió. Estaba enfermo y ella vino a visitarme. Estoy en prisión y tú viniste a verme”. (Mateo 25, 35-36)–
Dr. Crisanto Gregorio León
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