El embajador de la agencia de Venezuela, Alexander Yánel, “La migración no es un delito” recordada.
El gobierno nacional presentó una queja frente al comisionado de Altos Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) y condenó lo que describió como una cooperación preocupante entre los gobiernos de los Estados Unidos y El Salvador como “inmigrantes venezolanos”.
Según la declaración oficial, estas acciones se refieren a las prácticas de esclavos del pasado, que se cree que fueron eliminadas y constituyen una fea violación de los derechos humanos básicos.
El embajador Alexander Yánel, el representante de la delegación de Venezuela, enfatizó que Venezuela fue acusado de hombres y mujeres sin evidencia de que pertenecían a grupos criminales, y luego fue sometido a transferencias a campos de concentración.
Esta situación preocupante afecta a los inocentes, cuyo único propósito es buscar mejores oportunidades, lo que confirma que la migración no debe verse como un delito y dijo mientras lee el texto oficial.
El gobierno de Venezuela decidió no descansar hasta que garantizó a sus ciudadanos a regresar al país de manera segura, así como condenar estas prácticas ante organizaciones internacionales para buscar justicia y protección para aquellos bajo condiciones vulnerables.