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Hay hombres que dedican sus vidas a muerte, pero a veces la muerte encuentra grietas en el alma que la ciencia no puede sanar. Luis Gómez López No es solo un médico; Era un guerrero silencioso contra la tuberculosis, su aspecto de vida y el símbolo de la esperanza para muchas personas en Venezuela. Era como si cada paciente curado fuera un escudo invisible entre el pulmón, la vida y la muerte.
Sin embargo, lo empujó a una guerra difícil, cruel e impredecible que no pudo ganar: duelo. Su historia es un hombre que peleó años después Enfermedad Y el sufrimiento de los demás está atrapado por un dolor más profundo, ningún medicamento puede relajarse.

Golpeado en profesión médica
Luis Gómez López nació el 27 de febrero de 1911 en Pariaán, Anzoátegui, y nació en una casa humilde que inculca el valor del esfuerzo y la educación para salir adelante. Mostró una tendencia natural a la ciencia desde una edad temprana, Medicamento Una forma de contribuir al bienestar social.
Estudió la escuela secundaria en Andrés Bello Liceo en Karakas, donde tuvo el privilegio de ser un estudiante de escritor y educador distinguidos. Romulo GallegosSe graduó en 1928. Más tarde, ingresó a la facultad de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y se graduó con honor en 1935, enfatizó su disciplina y su compromiso con la profesión.
Durante los años universitarios, Dr. José Ignacio BaldóFue aceptado como el padre de la tisiología en Venezuela, que lo despertó con especial interés en las enfermedades pulmonares.
Es consciente de la necesidad de especialización y completó su tisiología y radiología en los prestigiosos Institutos de los Estados Unidos, Francia y Alemania.

No hay alto el fuego contra la tuberculosis
Su regreso a Venezuela coincidió con el tiempo. Tuberculosis Está lavando en la población. En los primeros años del siglo XX, aproximadamente el 15% de los habitantes de las zonas rurales sufrieron esta enfermedad, lo que lo convirtió en uno de los problemas de salud pública más urgentes del país. La falta de infraestructura y la educación médica limitada para confrontarla lo ha convertido en un enemigo desafiante.
Entre 1941 y 1950, las tasas de incidencia alcanzaron 100 casos por cada 100,000 población y alcanzaron 94.6 mortalidad por cada 100,000 población. El estado de Lara no fue una excepción: la tuberculosis fue fuertemente afectada y agravada por la falta de suficiente infraestructura médica y su situación personal especializada.
Los barrios más humildes de Barquisimeto número preocupante de casosTodas las familias luchan contra una enfermedad que parece invencible.
Luego en 1937 Luis Gómez López se estableció en BarquisimetoLa ciudad será la base central de las incansables obras.
Según Chronics Barquisimetano Carlos Guerra Brandt“Dr. Luis Gómez López se estableció en Barquisimeto en 1937. El quinto simbólico en la intersección de 41. Street y 17 carreras esperaban a un vecino tranquilo todos los días en Pariagun.
No importaba cuán agotador de los relojes dedicados de Luis Gómez López Hospital Central OA Acosta Ortiz Clínica; Por la tarde, la casa era un consultorio improvisado en el que el noble médico que nunca cerró la puerta quería ayudar.
En 1939 Dr. Carlos ZubullagaConstrucción de “Comenzando”Sanatorio antituberculoso“Una institución que ofrece el tratamiento y el monitoreo de los pacientes afectados por la enfermedad. Gómez López tuvo una visión clara: la tuberculosis solo se puede hacer a través del acceso justo a la prevención, la capacitación y los servicios médicos.
Fue un paso más allá el 9 de febrero de 1943 y Liga antituberculosaUna organización sin fines de lucro tiene como objetivo recopilar fondos para la atención y el tratamiento gratuito de los pacientes. Gracias a su administración, la liga fue el germen de lo que es actualmente. Hospital General de la Universidad “Luis Gómez López”Es una institución que salva miles de vidas y sigue siendo un castillo en la lucha contra las enfermedades respiratorias en Venezuela.
Llegada Drogas antituberculosas Desde 1952, como la estreptomicina e isoniacid, se ha convertido en un punto de inflexión en el tratamiento de la enfermedad y ha contribuido a la reducción de la mortalidad. Sin embargo, la tuberculosis es un Problema de salud pública En las siguientes décadas, Gómez López fortaleció aún más su compromiso con la prevención y el tratamiento.
Además, hizo ejercicio como tisólogo y radiólogo. Antonio María Pineda HospitalEn estas 15 carreras, el centro actual del Museo Barquisimeto. En ese momento, era pionero en la cirugía del tórax, una técnica revolucionaria, y contribuyó a la modernización de los servicios médicos en la región.
Entre 1944 y 1945, Facultad de Medicina del Estado de LaraOrganización que es miembro del establecimiento. El liderazgo estaba decidido a reforzar la profesión médica y motivar a los médicos de la nueva generación para controlar sus pasos.

Tragedia que marca su destino
A pesar de sus logros profesionales y sus respetos Comunidad médicaLa vida personal de Luis Gómez López estuvo marcada con una tragedia que lo sumergió en una profunda depresión que nunca sanaría.
Tu hijo, Luis Gómez ArmasEra su orgullo y esperanza. Young Bright y prometedor, experimentando una alta investigación examinó una especialidad en el Centro Experimental (hoy Lisandro Alvarado – UCLA). Pero el destino jugó una carta brutal.
En 1968, murió en un accidente de tráfico en Chivacoa, Chivacoa, Yaracuy. La noticia cayó como un golpe destructivo para su padre, quien se convirtió en su sombra a partir de ese momento. Ser un médico registrado y activo se ha convertido en un hombre que se absorbe de la medicina, la vida pública y los seres queridos. El dolor consumido en silencio.
Una final no bad
El sábado 20 de julio de 1968, la tristeza alcanzó su punto máximo. A las 9:15 de la mañana, Luis Gómez López decidió seguirlo mientras visitaba la tumba de su hijo en su esposa en el cementerio general del sur.
La noticia de su muerte conmocionó a Barquisimeto y la comunidad médica. Un hombre que dedicó su vida a rescatar a otros no pudo superar el dolor que lo estranguló. El gremio médico lloró para dejar a los pacientes y a toda la ciudad.
Luis Gómez López’s Legacy No solo en hospitales y estadísticas. En cada vida rescatada, cada joven médico que usa un estetoscopio con la misma aceleración que una vez desafió la muerte hoy.
Fotos: Diario el Impulso/Carlos Guerra Brandt
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista especializado en crónicas históricas
[email protected]
Redes sociales: @luispeozopadua
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