En la víspera de la temporada de carnaval, varias hermandades y asociaciones de ciudadanos religiosos en el estado de Miranda elevaron sus voces al exigir su patrimonio cultural inigualable, rechazando el uso indiscriminado y la “mala práctica” que distorsiona sus tradiciones.
Representantes de expresiones culturales como San Pedro de Guwatire y Guarrenas Paranda Año Dansing Devils; La devoción, religión y pantalla de San Juan Boutista; Los pastores de los hijos de su tecnología y valles; Y los lados del santo inocente de Caucagua y las cortinas se han unido a sus preocupaciones sobre el Festival Carnestolendus.
La presidenta del patrimonio cultural de Miranda Adamay, Mariam Martínez, recordó que cada expresión tiene un momento en el calendario tradicional del festival, y su uso más allá de este contexto formó una falta de respeto por los valores culturales.
Solicitó la conciencia consolidada para la valiosa y la protección de estos tradentes, que no solo enriquecen la cultura regional local, sino que también representa un legado invaluable para las generaciones futuras.
Él es la importancia de cada manifestación, como el diablo de baile, el paranda de San Pedro, San Juan Boutista, el pastor de Jesús del niño y el inocente sagrado; Una parte esencial de la identidad cultural de la entidad que estos rituales subrayan la necesidad de reconocimiento y preservación.
El baile de Yar, Manuel Zurita, presidente de la Hermandad del Diablo, expresó muchas promesas que ven cómo sus tradiciones están prohibidas y utilizadas más allá de su contexto original; El patrimonio cultural rechaza el uso indiscriminado de los elementos de Taha y la “mala práctica” que amenaza su autenticidad.
“No somos una compresa o ropa; Somos una parte importante de nuestra historia. Exigimos respeto por nuestra herencia Taha “, dijo.
Los fanáticos piden conciencia y respeto por esta manifestación cultural, que es una parte fundamental de la identidad de Mirandina. Afirman que el uso indiscriminado de sus componentes debe detenerse y se promueve un turismo cultural responsable de ese valor y su herencia se conserva.