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Cecil Humberto Álvarez Yépez Es un carorreño histórico y universal. Histórico, porque su vida y las áreas culturales de su esposa Yuyita de la capital de la capital a una cruzada para proteger las áreas culturales, las áreas físicas y la moral. Universal decidió bucear en las aguas abisales de la idiosincrasia Carorreña, ya que fue entrenado para la Universidad para la Academia o la Investigación. En este caso, debemos llamar a un corazón), como dicen a la sombra o los hinduistas, un radar platónico que le permitirá acercarse al topus Urano sin naufragios en Maya.
Ser Carorreño Debe ser el más fácil del mundo. Es suficiente acostumbrarse al sol, ser un buen apetito, gastronómico y sexual, trabajar como burro, relajarse como la pereza y creer que Dios habla a alguien con tratamientos. Sin embargo, frente a esta superficial y, a veces, ante esta superficie superficial y, a veces, frente a la percepción pitoreSque, las características más fácilmente observables de estos ciudadanos, Cecil Álvarez nos muestra en su novela autobiográfica titulada Carora, y vive en Carorreñoñoño. Carora de lo difícil que es ser un carorreño.
Aquí novedoso Cecil definitivamente está desnudo con una bata de baño transparente que llamo el abuelo de Fernando y el tío de un maestro, para una ciudad donde la juventud aprieta casi quinientos años en el tiempo mágico. Y desde una infancia hasta una muerte que Avizo leyó a Dante bajo un cujì, a veces nos lleva con las reencarnaciones del iconoclasto de camarada de Pedro Chávez y Raúl Riera y Adolfo Álvarez y otro dios de Alcurnia.
En la promoción de la novela que escribió, nos da llaves importantes para que comprendamos Odyssey personal para buscar una verdad Esto se evacúa entre los laberintos del lenguaje como un continente de ideas. Y al expresar el marco de las contradicciones teleológicas y teológicas con fluidez y valientemente, los antecedentes de las buenas almas, que revela sin la limitación de la vergüenza tradicional, muestra una característica común de casi todos los carorenños que aprenden a leer, para superar una tarea que puede salvar Vida de la soledad circular y el olvido constante.
Todo esto es absolutamente amigable sin su ancho. expresión educadaMás bien, en Carora, mil y una tarde de la tarde de los aromas, sabores, calor y oraciones que crean un idioma hablado nuevamente.
Diards de cecôl En el universo de anécdotas, que está registrado en la novela de Carora, es casi nadie recuerda los mares integrales que hacen los límites de esta ciudad varias veces. Sin embargo, el valor que les trajo el autor es el nuclear de sus experiencias a las partes más importantes de la carora del siglo XX, donde la explosión cultural, dirigida por Juan Martines Herrera, se convierte en un hito revolucionario que Carorreños asume oficialmente estéticamente. No como un fenómeno colectivo y un aislamiento afortunado y una extravagancia endógena del Mesías.
Adentro Cual El milagro del amor es una novela para leer en dos grados que definen el proceso de liberación gradual de un intelectual que puede ser superado por Samsa, Rimbaud o Vallejo Fate. El personaje del kamus en la bifurcación existencial de la casa y aullidos de Bozlu.
De esta manera, al autor al que le gusta el nivel social éxito económicoPodemos leer de un envío Geyik Tales donde una hermosa familia bendecida con inteligencia y talento artístico es el conducto cultural de la ciudad como conducto cultural de la ciudad, y un envío Geyik Tales donde se introduce Cecil con la importancia de un campeonato bajo el campeonato bajo el Nombre de Fernando.
Carora es una novela o una crónica indispensable. Conteniendo, también La broma, visión, análisis, meditación, dolor más importanteLas masturbaciones, los silencios y las explosiones de la victoria han dominado un mundo de Carorreñ muy especial.
Jorge Euclides Ramírez
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