Desde hace más de 10 años, el artista venezolano Ramón Auler ha viajado por pueblos y ciudades de más de treinta países con un tapiz que simboliza su venezolana. Los hilos coloridos de aquel gran lienzo sirvieron también para unir diferentes culturas. Esta experiencia de expresarse más allá de las palabras, a través de gestos e imágenes está ahora en Caracas. Finalmente, el viaje llegó a tierra propia y desde el 16 de noviembre se exhibe en la Galería Nacional de Arte la exposición “Conectando Continentes”.
Centro de mesa, orquídea Cattleya mussiaeMide cinco metros y pesa ocho kilos. Viajó con él y se extendió por bosques, mares y desiertos. Albergó, decoró, alfombraba rituales y fiestas e incluso sirvió de cama en los destinos más insólitos.
“Una vez estaba en Tanzania y busqué a la comunidad Hadzabi, a la que llaman bosquimanos, hombres que viven en los árboles. Son una tribu de cazadores y viven en cuevas. Cuando llegué sólo nos comunicábamos con los ojos, ellos me enseñaron a cazar. Cuando abrí la obra para mostrárselas, bailaron, cantaron, hicieron ruidos, se plegaron… Cada encuentro es una energía que se libera, es algo maravilloso”.
Las anécdotas pueden ser muchas, y la evidencia que acompaña a esta pieza se encuentra en las fotografías tomadas para acercar el mundo de Aula.
“Soy una persona que se ha pasado la vida viajando, no sé dónde está mi casa. Tengo un apartamento en Beirut, vivo en Miami desde hace más de 30 años, este último año lo pasé en Caracas y no sé cuándo me iré ni cuál será mi próximo destino”, afirmó el artista.
Esta es la segunda exposición individual de Auler en Venezuela. Una exposición similar se realizó en su ciudad natal de Valencia el pasado mes de junio con el apoyo del Museo de la Cultura Carabobo.
En esta ocasión, otras telas seleccionadas por el artista se incluyen en la Galería Nacional de Arte, lo que suma innovación al conjunto de piezas.
“En medio de estos viajes sentí la necesidad de crear obras coloridas, de gran formato, que fueran tejidas. Para mí tejer representa coser con conexiones; Representa la curación de heridas, la costura, el cierre de capítulos y la apertura de otros.”
Para la artista, la obra no es sólo el adorno que emerge del tejido, sino también todo lo contrario, las conexiones que se observan, misteriosas, en las huellas de su hilo, como si fuera el diario de sus viajes. “A veces he estado con comunidades tan primitivas, por ejemplo, en medio del desierto de Sudán, donde me advierten de los peligros que puedo afrontar. Y abro el tapiz y se produce la conexión. Nos une la apariencia, nos une la fuerza, nos une la sonrisa, nos une el color. Entonces, digo, de eso se trata la libertad”. El arte de Auler une culturas, conecta comunidades y la celebra como un lenguaje que trasciende fronteras.
Ramon Auler inició su viaje artístico inspirado en los colores y detalles de Salvador Dalí y Oswaldo Guasamin. Luego de formarse en la Universidad de Cristóbal Rojas y el Instituto Venezolano de Diseño, Auler se mudó a Miami, donde trabajó como asistente de artistas como Romero Brito, Jeff Koons y Mr. Brainwash.
Esta colaboración y la inquietud derivada de sus viajes le llevaron a concebir “Connecting Continents” en 2014.
trabajar Cattleya mussiaeSin embargo, ya no será el compañero de viaje del artista, pues tras esta exposición pasará a formar parte de la colección patrimonial de la Galería Nacional de Arte.