El gobierno venezolano está desarrollando un plan para privatizar entre 500 y 600 empresas públicas, de las cuales 350 ya están listas para ser entregadas a inversores principalmente nacionales. Estas transferencias se realizarán mediante ventas directas o alianzas con capital privado, confirmó el presidente de Conindustrie, Luigi Picella.
El presidente Nicolás Maduro ha expresado interés en priorizar a los inversionistas privados locales en estos proyectos. “El presidente me dijo que la prioridad era conseguir inversionistas venezolanos”, dijo Pisella, quien también fue informado sobre un proyecto de expansión de la Guyana Steel Company para aumentar la producción de acero.
La vicepresidenta Delsey Rodríguez agregó que el Estado quiere involucrar a inversionistas nacionales en la producción de petróleo y gas, lo que implica un cambio significativo en la política económica del país.
Pisella aclaró que la gestión de estas empresas privadas será completamente privada, distinguiéndolas de otros modelos de inversión extranjera. “Son los socios privados quienes gestionarán íntegramente estas empresas”, afirmó, señalando que se trata de una decisión local.
Según Picella, la eficacia del plan depende del alivio de las sanciones internacionales. “Para que este proceso funcione es crucial que las sanciones no limiten actividades con participación del poder ejecutivo”, concluyó, enfatizando la necesidad de un entorno económico más favorable para la recuperación y el crecimiento de Venezuela.