Un artículo de Ok Diario dice que los casos de corrupción que azotan a España han llenado los cimientos del PSOE y están cada vez más impregnados de un fuerte tufillo a socialismo del siglo XXI. Los vínculos entre funcionarios de Pedro Sánchez y empresarios corruptos en Venezuela son cada vez más evidentes.
Los medios online españoles enfatizaron que el caso Koldo no se trataba sólo de tráfico de influencias por parte de la esposa de Pedro Sánchez, sino que también advirtieron que el PSOE recibiría dinero indebido de empresarios venezolanos corruptos cercanos a Nicolás Maduro.
El esquema de corrupción comienza con Víctor de Aldama.
Aldama se las arregló en España con 180 millones de euros que no pudo justificar, según OK Diario, y se especula que pudo haber formado parte del blanqueo de dinero por parte del gobierno chavista de Nicolás Maduro en transacciones realizadas directamente a Madrid.
Según recientes declaraciones a la prensa ibérica, Pedro Sánchez organizó una serie de negocios ilegales a través de empresarios venezolanos de dudosa procedencia. El exministro José Luis Ábalos utilizó a tres millonarios chavistas como avalistas de un patrimonio de origen desconocido en Caracas: son Henrique Rodríguez Guillén, Diana Katherine Cortés y Rafael Alfredo Chirino.
Por otro lado, Rodríguez Guillén es el presidente de la empresa venezolana Suelopetrol, que participó en la compra de un chalet para Ábalos. Suelopetrol es el socio estético de PDVSA. Se afirmó que el soborno se entregaría el 1 de marzo de 2021.
El Gobierno socialista que lidera Pedro Sánchez mantuvo conversaciones con Claudio Rivas, también socio del venezolano Aldama, quien también contactó con Ábalos y ostentaba una participación del 40% en Petrocabimas en el estado de Zulia. Rivas fue a prisión.
Los venezolanos pidieron permiso a Sánchez para exportar hidrocarburos de Venezuela a España sin pagar IVA. A cambio, las compañías petroleras venezolanas pagaron grandes sumas de dinero al gobierno socialista español.