Juan Barreto, portavoz nacional del partido Redes, negó que Nicolás Maduro esté interesado en iniciar un diálogo con actores nacionales o internacionales para desbloquear la crisis política después del 28 de julio.
Así lo afirmó en una entrevista. España país, Manifestó que el presidente chavista no tiene legitimidad mientras el CNE sigue su camino sin publicar resultados detallados cuadro por cuadro, a casi 3 meses de las elecciones.
“El gobierno no ha podido resolver el problema del 28 de julio: la legitimidad de origen, y este problema no es baladí. Esto lo lleva de un gobierno autoritario a un gobierno despótico y absolutista. Y ésta es la zona que cubren y la zona en la que están avanzando en su colonización. Están tratando de adaptar el Estado, el partido y el gobierno a la situación política”, dijo Barreto a El País.
“Este gobierno no tiene legitimidad. Las encuestas muestran que el 93 por ciento de los venezolanos cree que Maduro no ganó. Los cuatro dicen que no saben quién ganó. El número de personas que piensan que Maduro ganó no es más de cinco. Llegar a un nuevo gobierno como este Es cuesta arriba. Esto les permite cerrar filas y le hace jurar por lo incondicional”.
Según el mismo informe, los medios online subrayaron que el partido gobernante ha estado trabajando intensamente en los últimos días para llevar a cabo “una reestructuración interna que incluya cambios significativos en su estructura”. Según algunos comandantes y analistas cercanos al oficialismo, en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno, existe la sensación de que las elecciones presidenciales del 28 de julio han fracasado.
Esta semana, lejos de paralizarse, resulta que hay más empleo que nunca en Miraflores. El viernes, sin ir más lejos, Maduro nombró ministro de Industria y Producción Nacional al empresario colombiano Alex Saab, que ha amasado una considerable fortuna gracias a los contratos públicos que le adjudicó el chavismo. Pero, sobre todo, Saab tuvo éxito: pudo hacer negocios y traer y transportar mercancías mientras evadía las sanciones estadounidenses. Pero Saab se convirtió en un personaje de una tragedia griega cuando fue arrestado en 2020 por orden de Estados Unidos, que aún sospecha que es una fachada de Maduro. El empresario se mantuvo leal al presidente, negándose a llegar a un acuerdo con un tribunal de Miami que intentaba ahorrarle una sentencia mayor, y esperó pacientemente su liberación en un intercambio de prisioneros con Washington. Esta lealtad ahora ha sido recompensada.
“No ser madurista ya no es nada. Ya no hay facciones dentro del Gobierno, aunque existieran antes. O con Maduro o contra Maduro. Quien diga lo contrario es opositor”, afirmó un mando medio de la estructura gubernamental.