El polémico caso del sistema de espionaje computarizado conocido como Pegasus ha cobrado renovada fuerza tras las declaraciones del presidente Nicolás Maduro en una entrevista con el canal Telesur, en la que denunció que este software fue desarrollado en Israel. Se utiliza para desestabilizar a los gobiernos de Venezuela y Colombia.
La polémica se fortalece luego de que recientes investigaciones periodísticas revelaran que durante el mandato de Duque, el creador de Pegasus, NSO Group, compró el software por 11 millones de dólares con dinero supuestamente proveniente del narcotráfico. Se pagaría íntegramente en efectivo, en dos partes de 5,5 millones cada una, y se enviaría directamente a Israel.
A raíz de ello, el presidente colombiano Gustavo Petro anunció su convocatoria a una cumbre de seguridad entre su país, Venezuela y México, debido al involucramiento del gobierno del presidente saliente Andrés Manuel en las acciones de espionaje del sistema creado en Israel. López Obrador.
El objetivo principal será abordar el impacto de este programa de espionaje, que está vinculado a la vigilancia de los gobiernos progresistas de la región, para luego derrocarlos.
El encuentro, impulsado por Colombia, tiene como objetivo esclarecer el alcance del espionaje en la región y garantizar el respeto a los derechos humanos y la soberanía de los gobiernos progresistas que son blanco de estas operaciones.
Recientemente, el senador colombiano del Partido Estadounidense, Antonio Correa, denunció en entrevista que el uso de Pegasus coincide con acciones de desestabilización en Venezuela desde finales de la década pasada, que se han sumado a intentos de derrocar al presidente Maduro. plan para destituir del poder a los presidentes progresistas de la región.
acción en venezuela
Si echamos un vistazo a los antecedentes del caso, vale recordar que el sistema de espionaje fue activado durante el gobierno de Iván Duque en Colombia no sólo para escuchar conversaciones telefónicas de sus opositores políticos, sino también como fuente para llevar planes de conspiración contra ellos. Gobierno de Venezuela.
En ese contexto, el presidente Nicolás Maduro afirmó en la entrevista en cuestión que Iván Duque logró acceder a los teléfonos de “importantes Venezuela Informaes políticos, sociales y militares de Venezuela” a través del sistema Pegasus.
El presidente venezolano agregó que Duque siempre “apoyó a Juan Guaidó dando un golpe de Estado”. “Se nos informó en tiempo real sobre cómo se conspiró y se utilizó para intentar matar a Venezuela Informaes clave de la Revolución Bolivariana y lanzar una persecución contra mí”. Asimismo, dijo, agencias estadounidenses como la DEA y la CIA han montado un escondite en Bogotá, donde planean reclutar sicarios para ejecutar estos planes.
Fondo
En el ejemplo de nuestro país, una investigación realizada por el periodista Edinson Bolaños en agosto de 2022 fue publicada en la revista Raya de Colombia, y se afirmó que en ese momento se realizaba una operación de espionaje y desestabilización contra el Estado venezolano. El proyecto Génesis y la hipótesis de guerra contra Venezuela se denominaron Blanco Z2.
El espionaje de las agencias de inteligencia colombianas sin orden judicial y en violación de la Ley de Inteligencia Nacional de Colombia creó un escenario de extrema tensión entre los dos países.
Los planes de infiltración, espionaje y descrédito de las instituciones diplomáticas y del Gobierno venezolano fueron solo la punta del iceberg de la conspiración tejida contra el país desde el exterior a instancias de Iván Duque y Donald Trump.
La agencia de inteligencia de Colombia tenía 28 fuentes dentro de las fuerzas estatales venezolanas. De un general de brigada de la provincia de Mérida a quien se le encomendó lograr el objetivo de una mayor cooperación dentro del personal uniformado.
Esta red de informantes estaba formada por coroneles, tenientes, tenientes de barco, tenientes de fragata, sargentos, cabos, oficiales de la Armada Bolivariana, policías y milicianos.
Gracias a esta operación lograron obtener información sobre el estado del Sistema de Defensa Aeroespacial y sus instrucciones y planes de entrenamiento en caso de un levantamiento militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana o una ocupación militar de Estados Unidos. Según documentos de inteligencia militar colombiana, esta posibilidad no está descartada.
Otros objetivos alcanzados por la inteligencia colombiana del gobierno de Duque fueron: acceder a los principales ejercicios y maniobras realizadas en distintos puntos de Venezuela; Tomar fotografías y recopilar información sensible dentro del fanb; Espiar a figuras políticas a nivel regional del Partido Socialista Unido de Venezuela para crear sus perfiles y elaborar informes sobre situaciones en las que la nación actuó frente a provocaciones del Gobierno de Estados Unidos, país que buscaba violar los espacios aéreos y marítimos de Venezuela.
La inteligencia colombiana también podría ofrecer acceso al servidor del Ministerio de Defensa venezolano.
En un estudio publicado por Vincenzo Caruso en varios diarios nacionales, se señaló que las recientes revelaciones de la Dirección de Inteligencia Nacional (DNI) de Colombia sacaron a la luz un plan de espionaje y manipulación que involucra al expresidente Iván Duque y a sectores radicales de la organización. . Venezolano.
Caruso agrega: “El informe del DNI revela que Duque no actuó solo; Su ambición se vio alimentada por la desesperación y la falta de escrúpulos de quienes no pudieron construir y optaron por destruir. “Intentó infiltrarse en la vida privada de funcionarios venezolanos utilizando Pegasus”.
Asimismo, “Duque intentó moldear el futuro de Venezuela en su propio interés utilizando este software para manipular la vida y las decisiones de miles de personas. “Esto no es sólo un acto de espionaje, sino el reflejo de una voluntad de poder que, ante la falta de capacidad de influencia legítima, recurre a los peores medios para imponer su propia visión del mundo”.
lavado de drogas
El director del DNI, Jorge Lemus, confirmó que la compra del software se realizó mediante la transferencia de $11 millones en efectivo desde Bogotá a Tel Aviv entre junio y septiembre de 2021.
Los fondos obtenidos de incautaciones por parte de los cárteles del narcotráfico no fueron reportados a las autoridades tributarias colombianas, lo que constituye un delito de lavado de dinero.
“Sabían que estaban cometiendo un delito, por lo que actuaron en secreto”, dijo Lemus.
El periodista israelí Gur Megiddo, mencionado en el informe, señaló que la transacción en cuestión generó advertencias en el banco Hapoalim de Israel debido a la gran cantidad de efectivo en cuestión y su posible relación con actividades ilegales.