En un comunicado, el Gobierno venezolano rechazó la decisión de la Oficina Federal de Buenos Aires de capturar al presidente Nicolás Maduro y al ministro del Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello.
La demanda fue iniciada por abogados macristas y una fundación afiliada al ministro bonaerense Waldo Wolff. La acusación se deriva de la realización de un complot terrorista sistemático y de “crímenes contra la humanidad”.
La declaración del Canciller Yván Gil en sus cuentas de IG y Telegram afirma que se trata de “una burda respuesta de represalia, instruida por el señor Javier Milei, basada y dirigida a socavar la tendencia del ‘derecho’ internacional”. Socava la soberanía de los países y deslegitima los procesos constitucionales, democráticos y populares”.
Se afirmó que la decisión carecía de jurisdicción porque tenía como objetivo eliminar los poderes de las organizaciones multilaterales.
Asimismo, se evalúa que la decisión “asestó el golpe final al Estado de derecho, como locamente juró consumar Javier Milei”.
Puede encontrar el texto completo de la declaración a continuación:
República Bolivariana de Venezuela
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La República Bolivariana de Venezuela rechaza la inquietante decisión de un desacreditado órgano del poder judicial argentino, que no es más que una cruda reacción de represalia contra el Presidente Nicolás Maduro Moros y el Ministro del Poder Popular para el Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello Rondón. La instrucción impartida por el señor Javier Milei se fundamenta en la tendencia internacional del “Derecho” encaminada a socavar la soberanía de los países y deslegitimar los procesos constitucionales, democráticos y populares. Esta decisión carece de base para la jurisdicción y viola la jurisdicción de los estados y las inmunidades y privilegios que disfrutan los presidentes y altos funcionarios.
Esta ridícula decisión pretende apoyar la destrucción paulatina del Estado de Derecho Internacional al intentar transferirlo a competencias de organismos multilaterales, reduciendo su papel, afectando gravemente a todo el sistema internacional.
La imitación descarada de una decisión de la Cámara Federal constituye un insulto a la tradición de los grandes juristas de la Nación Argentina, convierte sus memorias en el hazmerreír de la comunidad jurídica internacional y asesta el golpe definitivo a su Estado de Derecho. Maldije salvajemente, Javier Milei.