Han pasado más de 50 días desde las elecciones presidenciales, y tras el exilio de Edmundo González, a la oposición le quedan pocas cartas para que asuma el cargo en enero. Según la periodista y columnista de asuntos políticos y públicos Mibelis Acevedo, es probable que esta situación continúe hasta el 10 de enero de 2025.
Edmundo González se reunió en las últimas horas con expresidentes españoles; La Cámara de Representantes de Colombia aprobó una propuesta del Centro Democrático solicitando al presidente Gustavo Petro reconocer al ex embajador como “presidente electo” de Venezuela. María Corina Machado convocó a una manifestación mundial el 28 de septiembre, dos meses después de las elecciones. Pero por dentro esto no es fácil.
En entrevista con El Cooperante, Acevedo enfatizó que es fundamental que el CNE continúe publicando los resultados electorales en forma tabular: “La eliminación no sólo es válida en los medios de comunicación, sino también en términos de cumplimiento de la legislación. Las facultades otorgadas a la institución por ley son algo perverso que al gobierno le puede interesar normalizar, pero los demócratas no podemos rendirnos”. El nodo clave aquí es el conjunto de procesos que el CNE tuvo que completar una vez recogidos los resultados y declarados los ganadores. – por ejemplo, la auditoría de validación de la Fase II sobre una muestra del 1% no se llevó a cabo según lo previsto.
Según él, a pesar de los obstáculos impuestos por el partido gobernante, la oposición aprendió la lección y corrigió su estrategia. «Ha adquirido cierta conciencia de garantizar la necesaria armonía entre medios y fines y de abandonar posiciones poco realistas. Insisto mucho en que hacer las paces en política no tiene nada que ver con golpearse el pecho o pedir perdón públicamente, con hacer ascetas o rituales de purificación que responden más a la religión que a la política (por cierto, ya tuvimos políticos besando cruces y se llevaron juramentos de arrepentimiento en la televisión nacional, para que luego se comporten igual o peor que antes). Por tanto, lo que más debería preocuparnos como ciudadanos no es que los políticos pidan perdón, sino que la admisión responsable y reflexiva de la culpa quede claramente evidente en los hechos. Así que la corrección importante para los políticos es la corrección de los hechos.
Sobre el beneficio de que Edmundo González sea reconocido por la comunidad internacional como presidente electo, Acevedo conjeturó que lo más lógico para los gobiernos democráticos en el mundo es seguir apuntando a lo posible y a lo justo. Los resultados están desagregados por parte del CNE.
“Más allá de movimientos simbólicos y discursos acalorados, esto es lo único que puede dar certeza sobre quién ganó y quién perdió en las elecciones; El chavismo en el poder sabe muy bien que no hay manera creíble de impedir esta exigencia. Por otro lado, considerar revivir la experiencia del gobierno fallido en el exilio, aislar aún más al autoritario y dejarlo a merced de los apetitos de gobiernos como Rusia, China e Irán, no parece ser una estrategia muy productiva. La experiencia previa debería servir para proporcionar alguna orientación. Si en algo deben insistir los países democráticos es en mantener canales abiertos que permitan la mayor influencia inteligente posible.
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