El fiscal general, Tarek William Saab, afirmó que el exilio de Edmundo González Urrutia a España fue “hasta el final” lo que calificó de “ejercicio tonto” y, según enfatizó, provocó “ansiedad” entre el pueblo venezolano tras la elección presidencial. elecciones. 28 de julio.
“Edmundo González Urrutia se despidió en la pista del aeropuerto de Maiquetía. Ha quedado al descubierto el capítulo final de dicha mediocre obra, que desató zozobra, sangre, sudor y lágrimas sobre inocentes”, afirmó en declaraciones a los medios de comunicación este domingo.
saab. Sobre la salida de Urrutia del país hacia España, González dijo que su oficina sabía desde hacía semanas que tal situación ocurriría.
«“Hemos sido informados por las autoridades venezolanas de la solicitud de asilo realizada en el marco del derecho internacional de los derechos humanos y las relaciones diplomáticas entre Estados”, dijo en la conferencia de prensa.
Saab declaró: «Los gobiernos de España y Venezuela acuerdan permitir salvoconductos así pudo salir del territorio nacional y solicitar asilo en España.
Aseguró que el Ministerio Público tuvo conocimiento “de primera mano” del momento exacto en que González Urrutia ingresó a la embajada de España en Caracas. “Posteriormente fuimos informados por las autoridades venezolanas de su solicitud de asilo en el marco del derecho internacional de los derechos humanos y de las relaciones diplomáticas entre Estados”.
Manifestó que la Fiscalía expresó “respeto absoluto a las decisiones del Consejo Ejecutivo de Venezuela, garantizando así el salvoconducto pertinente conforme al derecho de asilo garantizado en el artículo 69 de la Constitución de la República”.
Agregó que en la correspondencia que González Urrutia remitió al Ministerio Público el 4 de septiembre supuestamente reconoció “nuestra autoridad como Fiscal General de la República y las facultades que tiene la institución que administramos” y que el diputado mantuvo una estrecha comunicación. Para los efectos del caso que investiga este despacho, con el abogado José Vicente Haro, defensor del actual exilio político.