La Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas (ALBA) condenó este martes la incautación por parte de Estados Unidos del avión oficial del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el marco de las sanciones impuestas por el organismo regional al país caribeño. Lo calificaron como “secuestro”.
La alianza afirmó en un comunicado que la “incautación” del avión, que fue “traslado ilegalmente a Florida”, se suma a “una larga lista de ataques de las administraciones estadounidenses” destinados a “presionar para distorsionar la voluntad democrática”. “Apoyaremos al pueblo venezolano y crearemos las condiciones para forzar un cambio de Gobierno”.
Al señalar que la incautación fue en este sentido un “acto de piratería”, el ALBA exigió respeto a la “decisión de la mayoría de los venezolanos” en las elecciones presidenciales del 28 de julio, en referencia a la controvertida reelección de Maduro. Fue cuestionada por gran parte de la comunidad internacional y rechazada por la oposición mayoritaria, que condenó el “fraude”.
De igual forma, la organización, liderada por el chavista y excanciller de Maduro, Jorge Arreaza, apoyará las “acciones legales, diplomáticas y políticas de Venezuela en defensa de su soberanía y derecho a la autodeterminación”.
El Gobierno de Venezuela anunció este lunes que se reservará el derecho de emprender acciones legales para “reparar” los daños causados por la incautación del avión presidencial tomada en República Dominicana a instancias de autoridades estadounidenses.
La declaración también destaca el papel de Estados Unidos a la hora de intimidar y presionar a estados como la República Dominicana “para que sirvan como cómplices de actos criminales”.
Según Washington, el avión transportado a Florida alegando que fue “comprado ilegalmente” por 13 millones de dólares (unos 11,7 millones de euros) era un Dassault Falcon 900EX.