La ONU advirtió el martes “Grave” deterioro de los derechos humanos en Nicaragua desde el año pasadoCon crecientes detenciones arbitrarias, malos tratos y persecución a personas “percibidas como disidentes” por parte del gobierno de Daniel Ortega.
“Las autoridades continúan persiguiendo no sólo a quienes expresan opiniones disidentes, sino también a cualquier persona u organización que actúe de forma independiente o que no esté bajo su control directo”, dice un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la agencia. Se incluye la declaración.
“Esto incluye a defensores de los derechos humanos, medios de comunicación independientes, organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones que abogan por cambios sociales o políticos sin supervisión gubernamental”, añade.
El informe, basado en 120 entrevistas con víctimas y testigos de violaciones de derechos humanos y representantes de la sociedad civil, cubre un período de un año desde junio del año pasado.
El texto señala, entre otros datos, que en mayo de este año “131 personas consideradas disidentes fueron detenidas arbitrariamente”; Esta cifra es mucho más alta que la de junio de 2023.
Además, Documenta 12 casos de “torturas y malos tratos bajo custodia” así como un aumento de la violencia contra los indígenas y afrodescendientes.
El informe advierte que la libertad religiosa en el país centroamericano “sigue sujeta a restricciones innecesarias”, incluida la detención “arbitraria” de 27 sacerdotes y teólogos católicos entre octubre y enero y el cierre de muchas organizaciones religiosas entre 5.000. Todo tipo de han sido disueltos desde 2018.
El gobierno de Ortega y su poderosa esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, endurecieron las leyes contra las ONG luego de las protestas de 2018 que mataron a más de 300 personas en tres meses, según informes de la ONU.
Ortega, un exguerrillero de 78 años que gobernó Nicaragua en los años 80 y ha regresado al poder de forma ininterrumpida desde 2007, sostiene que las ONG y especialmente la Iglesia católica apoyaron las protestas, que ve como un intento de golpe de Estado apoyado por Washington.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo: Cada vez es más difícil ejercer los derechos civiles y políticos básicos«.
“La crisis multifacética que afecta a Nicaragua desde 2018 requiere un cambio de rumbo urgente por parte del Gobierno”, afirmó.
A finales de agosto, Tusk afirmó que “lamentablemente” había una falta de “cooperación” entre el gobierno de Ortega y su oficina, lo que hacía “muy difícil” monitorear la situación en el país.