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bandera de venezuela Es tricolor. No sólo amarillo, no sólo azul, no sólo rojo. No es monocromático sino tricolor. La policromía es una metáfora adecuada para entender la sociedad venezolana y otras sociedades. No existe una sociedad monocromática y esto no es una cuestión de aburrimiento, que sería un problema, sino más bien de una comprobación de la realidad. En la sociedad conviven y conviven legítimamente diferentes puntos de vista, diferentes creencias, intereses diferentes y a veces contradictorios, diversos afectos y descontentos. Hombres y mujeres, iguales en naturaleza y dignidad, se diferencian en nuestro país y en todos los países por su región, edad, profesión, género, rural o urbano y su estatus socioeconómico. Esta es la realidad, plural.
Plural, es decir, admite y garantiza. Constitución y esto está reconocido y protegido por la ley. El plural es plural, “se presenta desde más de una perspectiva”. Pluralismo es diversidad, abundancia, abundancia. La diversidad es una cualidad marcada por la variedad y la heterogeneidad.
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En principios fundamentales, la gran guía del significado de todo nuestro sistema constitucional es el pluralismo como sistema que acepta o reconoce una pluralidad de doctrinas o posiciones. Catalogación del artículo 2. pluralismo político Es uno de los valores supremos del Estado democrático y social de derecho y justicia venezolano. O el artículo 6, donde el pluralismo es una característica permanente del gobierno de la República y de sus unidades constitutivas (estados y municipios) “(…) es y será siempre pluralista”. Posteriormente, cuando se aseguraron nuestras libertades de conciencia, expresión e información, el artículo 58 establece que la comunicación es libre y plural. Y redundancia obvia, porque libertad y pluralidad Son inseparables el uno del otro, este es un énfasis que se multiplica sin causar daño porque subraya, enfatiza e insiste. Hay muy poca insistencia cuando se trata de nuestros derechos y libertades.
Adentro Hombre y Estado, Maritain nos recuerda que la comunidad nacional es mucho más que la “unidad superior de la política”, porque también incluye familias cuyos derechos y libertades preceden al Estado, y “una multiplicidad de otras sociedades particulares que se derivan de la libre iniciativa del Estado”. ” “ciudadanos” y que deben ser lo más autónomos posible”, concluimos que este es ciertamente “el elemento de pluralidad inherente a cualquier sociedad política genuina”.
García Pelayo escribió: “Estado del partido“está en una estructura de poder plural, imparcial, al servicio de la sociedad y dispuesta a ser guiada por el partido elegido democráticamente por los votos de los ciudadanos. Un concepto radicalmente diferente al concepto de partido único, una contradicción fundamental, porque la parte nunca puede ser el todo; una situación en la que partido y Estado se mezclan en una fusión inapropiada, como en el fascismo, el nazismo y el comunismo. Dado que hoy en día no existe una religión estatal, excepto en teocracias inherentemente reaccionarias como Irán, no puede haber ningún Estado partido.
Venezuela Es única porque es extraordinaria e irrepetible por muchos motivos que nos hacen amarla con esa pasión incongruente que siempre sueña, piensa y hace para mejorar. Como todas las naciones, Venezuela es plural, y esta diversidad es una de las fuentes de nuestra fortaleza, de nuestra capacidad para resistir las dificultades y encontrar la manera de resolver los problemas. Por lo tanto, es necesario proteger la diversidad natural, así como la diversidad social, cultural, religiosa y, por supuesto, la política que proporcione un marco regulatorio garante, porque por ello nos jugamos la vida. Una vida libre, plena y digna es la vida humana.
Ramón Guillermo Aveledo
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