Edmundo González Urrutia, abanderado de la oposición mayoritaria en Venezuela, ignoró dos citaciones enviadas por el Ministerio Público (MP, Fiscalía) en el marco de una investigación en su contra, según confirmó a Venezuela Informa el antipaís este martes. Equipo de prensa chavista que afirma haber ganado las elecciones presidenciales del 28 de julio.
El diplomático de 74 años no asistió el lunes ni el martes a dos citas convocadas por el parlamentario y difundidas en las redes sociales por el fiscal general Tarek William Saab, quien acusó a su oponente de “terrorista”. “Golpista”.
Hasta el momento se desconoce si la Fiscalía ha cursado una nueva invitación al opositor.
En las convocatorias anteriores, el excandidato fue solicitado “para dar una entrevista sobre los hechos investigados” por la Fiscalía “relacionados con la publicación y mantenimiento” de un sitio web donde el antichavismo afirmó haber subido “83,5%” de contenidos. “De los registros electorales” para respaldar su denuncia de corrupción en las elecciones presidenciales.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el mayor bloque opositor, publicó esta minuta, que el Comité Ejecutivo calificó de “incorrecta”, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declarara ganador de las elecciones a Nicolás Maduro, lo que fue cuestionado por muchos países. . Algunos apoyan que González Urrutia gane por un amplio margen, incluso después de que la Corte Suprema certificó la victoria.
La fiscalía, que llamó hoy a declarar por segunda vez al abanderado del PUD, anunció que la investigación se centra en las acusaciones de comisión de “usurpación de cargo, falsificación de documentos públicos, incitación a la desobediencia a la ley, delitos cibernéticos”. El delito de “organización criminal y concierto para delinquir” conlleva una pena de prisión de hasta 16 años.
El domingo, a través de un video publicado en redes sociales, González Urrutia afirmó que el parlamentario “piensa someterse a una entrevista sin especificar en qué situación se espera que comparezca y sin precalificar los delitos que no han cometido”.
A su juicio, el fiscal general ha “actuado consistentemente como un acusador político” porque, según argumentó, “antes ha condenado y ahora alienta una citación sin garantías de independencia y debido proceso”.