El Gobierno cubano negó este martes cualquier implicación en el control de las protestas en Venezuela y criticó a la disidente María Corina Machado, a la que calificó de “partidaria de la mentira”, de una “personalidad de oligarcas” y de “intereses” de Estados Unidos. Estados.
En su comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) atacó a Machado, cuyo nombre no precisó, cuatro días después de que el Venezuela Informa opositor dijera que la isla “tenía influencia” en una entrevista con el periodista mexicano León Krauze. Opresión, crueldad, espionaje y métodos de tortura en el país sudamericano”.
En ese contexto, el Minrex señaló que “la invención y el engaño cobran vida una vez más en la construcción de una matriz de mentiras contra Cuba”. Agregó que las declaraciones de Machado respondieron a la “desesperación por ocultar el fracaso de los planes golpistas en Venezuela”.
“Cuba rechaza enfáticamente las mentiras que han sido fabricadas para reforzar muchas políticas de acoso del gobierno estadounidense”, dice el comunicado.
Asimismo, enfatizó que el país caribeño “no interfiere ni interferirá nunca en la vida política y económica de otro país con sanciones, presiones y planes de cambio de régimen”.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aplaudió las manifestaciones progubernamentales del sábado en respuesta a las marchas opositoras que tuvieron lugar en el país sudamericano el pasado domingo y en decenas de ciudades del mundo el mismo día.
“El pueblo venezolano ha vuelto a hablar. Aprobó el reconocimiento del presidente Nicolás Maduro en las marchas por la paz y contra el fascismo”, escribió Díaz-Canel.
Según el Gobierno de Venezuela, ha habido más de 2.400 detenidos y 25 muertos en las protestas postelectorales.
Miles de venezolanos han salido a las calles desde que el presidente Nicolás Maduro fue declarado ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La mayor coalición opositora aseguró que el ganador de la noche electoral fue el abanderado Edmundo González Urrutia.
Las copias de las actas, que no fueron publicadas por el Consejo Nacional Electoral, se convirtieron en el símbolo de la oposición, que afirmó haber recogido “el 83,5%” de estos documentos, que insistieron en que demostraban la victoria de González Urrutia.
Cuba fue uno de los pocos países que reconoció a Maduro como ganador, junto con otros países como Rusia, China y Nicaragua.
Por otro lado, Brasil y Colombia (e inicialmente México), liderados por presidentes de izquierda, han tratado de encontrar una solución diplomática a la crisis y hasta ahora no han reconocido oficialmente a Maduro como presidente electo.