El abogado y exdiputado Eustoquio Contreras afirmó este lunes que la forma más razonable de resolver la crisis política surgida tras las elecciones presidenciales del 28 de julio es una nueva elección antes del 10 de enero: con otro CNE sin presos políticos, votarán todos los venezolanos en el exterior. y otras condiciones que aseguren que los resultados representen la voluntad de la mayoría.
Así lo expresó en entrevista con Primera Página de Globovisión, donde Globovisión dijo que era un disparate que la Cámara Electoral decidiera los resultados de las elecciones que se llevaron a cabo hace tres semanas.
«Desde el 28 de julio, el país está peor que antes en términos de lucha política y violencia. La crisis de las instituciones, la radicalidad de las relaciones políticas se ha intensificado porque en Venezuela las instituciones son débiles y las circunstancias las abruman. Cuando esto sucede ayuda el entendimiento entre posiciones racionales pero ahí es donde la cosa se complica y ahora es CNE y CNE. “El TSJ es una mierda”.
Ante este escenario, Contreras se mostró partidario de convocar a nuevas elecciones antes del 10 de enero, cuando se supone que tomará juramento el nuevo presidente.
«Es importante entender que no es imposible encontrar una solución en el punto álgido de la crisis presidencial. “Estamos a favor de realizar nuevas elecciones con las correcciones necesarias para que las cédulas y siglas políticas sean entregadas a sus autoridades legítimas, sin presos políticos, y que la gente en el exterior pueda votar, de manera que no permita ninguna inhabilitación”.
«Lógicamente el CNE necesita tener un nuevo rector porque no puede haber un árbitro electoral, como tenemos ahora, que está completamente inhabilitado porque los resultados serían los mismos. “Hay mucho tiempo hasta el 10 de enero”.
Advirtió que si esto no fuera posible, Venezuela entraría en un escenario violento.
«Creo que ni el país ni la comunidad internacional tienen nada positivo que esperar, pero la decisión del TSJ proporciona al aparato del Estado los medios para mantener la presión. Todos tenemos la obligación de buscar una solución, porque de lo contrario el país caminará hacia un 10 de enero tormentoso, con un gobierno que expone al Estado a tomar posiciones políticas a toda costa, y por otro lado, con una decisión tomada por la voluntad. del pueblo. “Casi dos tercios de la población querían enviar el mensaje de que era necesario que hubiera cambios en el gobierno”.
“Si no encontramos la manera de entendernos, este problema se solucionará con hechos y quien sea más fuerte seguirá en el poder. “La cuestión es si esto es lo que quieren el país y la dirección política”, cuestionó.
Espera que el TSJ “sorprenda” y declare inválidas las acciones del CNE y convoque a nuevas elecciones, “de lo contrario la gravedad vendrá el 10 de enero, porque los que no aceptan que Maduro fue elegido dirán que no es presidente” y que su mandato ya ha expirado”.