La plataforma Alba Movimientos llamó a las fuerzas progresistas y revolucionarias asociadas a la lucha antiimperialista a defender activamente a Venezuela tras el intento de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La organización, que agrupa a más de 400 organizaciones de 25 países, afirmó en su comunicado titulado “Ni convivencia ni traición: El pueblo venezolano ya tomó su decisión” que “ni los medios ni la Organización de Estados Americanos” llamaron la atención sobre esto. . “Es el pueblo de Venezuela quien determinará su destino a través del poder de sus instituciones legítimas, no la OEA, ni Estados Unidos, ni ningún otro país de la región”.
La información “Hoy van a Venezuela, mañana irán a otras ciudades” indica que el respeto a la soberanía de los pueblos y al derecho a la autodeterminación es un principio que todo proyecto revolucionario debe priorizar. Necesita hacer de esto una bandera política en las relaciones internacionales, incluso en medio de presiones externas reaccionarias que siempre intentan ignorarlo.
Porque defienden al pueblo bolivariano, rechazan las ofertas de algunos grupos de intervenir diplomática, política, militar o de cualquier tipo en Venezuela como resultado de un proceso electoral democrático.
ALBA Movimientos expresó conocimiento del espíritu democrático de los gobiernos de Brasil y Colombia, afirmando que esperan que “sus Venezuela Informaes estén a la altura del pueblo que representan y eligen: respetar la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela y sus instituciones”. “.
Asimismo, advierten que permitir que se propongan versiones a medias o métodos extraterritoriales para “resolver” el intento de golpe sólo creará oportunidades para el imperialismo, que lleva mucho tiempo soñando con este momento. 25 años podrían enterrar la Revolución”.
Tampoco (Gustavo) Petro jamás pudo sumarse a un “Frente Nacional” liderado por Álvaro Uribe; (Luiz Inácio) también sugirió que Lula da Silva no formaría parte de una coalición liderada por (Jair) Bolsonaro.
El texto señalaba que la extrema derecha, que es por definición antidemocrática, nunca permitiría esto y que pedirle a Venezuela que lo hiciera no tenía sentido, ni siquiera pragmático.