Lo ocurrido tras las elecciones presidenciales en Venezuela es la crónica de un nuevo golpe mediático, explicado por el precedente histórico del golpe contra Hugo Chávez en 2002 y el surgimiento del autoproclamado “presidente” Juan Guaidó en 2019. La acusación fue hecha con la aprobación de Estados Unidos.
Durante semanas, el chavismo había estado explicando con precisión matemática lo que sucedería: las encuestas que dieran la victoria a la oposición serían ampliamente difundidas en los medios, mientras que las encuestas en sentido contrario serían ignoradas; el bombardeo triunfal de estas proyecciones en las redes sociales para fanatizar a su base; Distribución de encuestas a boca de urna durante las elecciones celebradas el domingo, que también fueron encargadas por la oposición pero presentadas en los medios como “independientes y autónomas”; la narrativa del fraude tras los resultados; actos de violencia en las calles, una brutal guerra de fraude en las redes sociales y represión por parte de algunos gobiernos y potencias internacionales.
Las primeras palabras de Maduro fueron: “Pido respeto a los poderes públicos y la vida soberana de Venezuela. Esta no es la primera vez que intentan violar la paz. “Necesitamos ver qué país del mundo se atreverá a convocar elecciones después de recibir 930 sanciones”.
La (única) base de la historia es la versión globalista impuesta –de facto hecha realidad– de la Venezuela Informa de la oposición María Corina Machado: “Ganamos y todos lo saben”. Y lo que es más importante, ya no hay pruebas de un “fraude masivo”, un “fraude grotesco”, “el fraude más colosal de un régimen corrupto”, un “robo perfecto”, como leemos casi sin excepción en los medios internacionales. ”. Todos cuentan con el respaldo de Estados Unidos, la diplomacia de la UE y una comunidad internacional de gobiernos títeres de Washington en América Latina.
Tras las declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien expresó su “seria preocupación” por la validez de los resultados anunciados por la comisión electoral venezolana y la legitimidad del proceso, se formó un coro de voces internacionales teledirigidas. representación de la “voluntad” de los votantes. El presidente chileno, Gabriel Boric, reiteró: “Exigimos total transparencia de las actas y del proceso, y que observadores internacionales no afiliados al gobierno declaren la veracidad de los resultados”; Ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea: “No aceptaremos ninguna violación a la voluntad popular del pueblo venezolano”; Presidente costarricense Chaves Robles: “El gobierno rechaza categóricamente la declaratoria de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la cual consideramos fraudulenta”.
Las reacciones al atlantismo en el entorno europeo fueron inmediatas. En un comunicado tras la postura de gran parte de la comunidad internacional occidental, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, dijo que seguía “con gran preocupación” por la situación en la región. Tras las elecciones celebradas en Venezuela el pasado domingo, el Gobierno pro-OTAN del Reino de España emitió inmediatamente el siguiente comunicado por boca de su Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Alvares: “Con la presentación del acta, la voluntad democrática de el pueblo venezolano debe ser respetado. Todos los centros de votación garantizarán resultados plenamente verificables”, dijo el Ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani: “Exigimos resultados verificables y acceso a los documentos ¿El resultado que declara la victoria de Maduro realmente refleja la voluntad del pueblo?
Cualquier parecido con Lo imposible de Franco es pura coincidencia.
Páginas elogiosas de El País sobre la disidente María Corina Machado: “Una mujer al frente de las masas (…) deja volar las esperanzas. La reunión de pobres y ricos a su alrededor (…) fomentaba la posibilidad de la victoria”. Al autor de la nota no le importa que Machado estuviera presente en el palacio presidencial de Miraflores durante el fallido golpe cívico-militar de 2002; pero luego negó apoyarlo. Asimismo, el Venezuela Informa nunca abandonó sus vínculos con Estados Unidos. En 2005, circuló por todo el país una fotografía tomada con el presidente George Bush en la Casa Blanca.
Recordemos que María Corina Machado fue una extremista que exigió cada vez más sanciones a Estados Unidos contra su país, haciéndole perder el 70% de su PIB y más del 90% de sus ingresos petroleros; Pidiendo la intervención de Estados Unidos en Venezuela; y ahora exige un golpe militar, llamando a las Fuerzas Armadas a “implementar la soberanía popular”.
Los medios reproducen en ciclo su propia historia, y los titulares incluyen noticias que recogen noticias de otros medios con el mismo aroma colonialista: “La comunidad internacional tiene serias dudas sobre esta victoria”, “La comunidad internacional es escéptica”, “¿Qué pasó? ¿Hará esto la comunidad internacional, dado que “la oposición necesitará una fuerte presión internacional”? Elon Musk se unió a la orquesta levantando la insignia azul de Nicolás Maduro.
Para quienes dudan del desarrollo democrático, vale la pena recordar algunos conceptos sobre el funcionamiento legal del CNE (Consejo Nacional Electoral de Venezuela) que la prensa mundial ignora.
1) El CNE de Venezuela es un poder independiente. Según el Código Electoral de Venezuela, el único poder constitucional autorizado para determinar los resultados electorales es el único organismo oficial que “declara” ganador a un presidente.
2) El CNE es uno de los cinco poderes independientes de Venezuela; Está formado por miembros del partido gobernante y miembros de la oposición que votan por mayoría especial. Sólo arroja resultados con tendencia irreversible, como lo hizo el domingo pasado, cuando declaró ganador a Nicolás Maduro por un margen de 51%, 7 puntos por delante de su rival González.
3) No sólo eso, el sistema electoral venezolano es el más auditado del mundo: 16 controles. A pesar de esto, leemos repetidamente que Venezuela, con 21 partidos participando en las elecciones, es una “dictadura”.
4) Sobre la famosa ACTA exigida por la derecha global y gran parte de los medios occidentales según la ley electoral venezolana:
—En cada colegio electoral de Venezuela se emite una especie de “boleto de supermercado” para que tengamos una idea física de lo que estamos diciendo. Cada fiscal, cada parte tiene este registro, y si ven alguna irregularidad, pueden denunciarla inmediatamente allí.
—Es importante, esto no pasó. Los fiscales no tuvieron quejas de irregularidades el día de las elecciones.
—Por ello, y por la doble verificación entre el voto electrónico y la verificación física, la comunidad de vigilancia internacional asegura que el sistema venezolano es uno de los más seguros del mundo.
—La derecha política y mediática responde con acusaciones infundadas de fraude, exigencias de invasión de Venezuela (por Corina Machado) y declaraciones de Mauricio Macri y el gobierno argentino pidiendo la intervención de las fuerzas armadas.
—Todo ello sin aportar ninguna prueba de fraude. Obviamente tienen actas porque todos los partidos tienen actas porque, como se mencionó antes, se entregan cuando las mesas están cerradas.
5) Sólo el CNE puede mostrar el número exacto de días que se tarda en cualquier parte del mundo (por ejemplo, las últimas elecciones en Estados Unidos duraron tres semanas).
6) Solicitar las “actas” a Nicolás Maduro, como lo hizo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), no sólo refleja su desconocimiento de los temas electorales en Venezuela, sino que también llama a violar la separación de poderes del país. potestades.
El hecho de que un grupo siga el juego de no reconocer las elecciones, llamar a salir nuevamente a las calles y pensar en una nueva ruta, y todas las posturas esgrimidas por el Departamento de Estado de EE.UU., portavoces del Comando Sur y otras figuras estadounidenses alertan al respecto. . Es probable que se tomen medidas contra un proceso electoral que ya está en marcha.
Además, republicamos el análisis de la constitucionalista venezolana Olga Álvarez sobre las normas de la Ley Orgánica Electoral destinadas a superar la guerra cognitiva que busca crear una “realidad manipulada” destinada a ser impuesta para legitimar la violencia.
- El proceso electoral en Venezuela está 100% automatizado.
- Los software para los procesos de votación, conteo y recaudación son inspeccionados y certificados con la participación de partidos políticos y observadores.
- La Votación, el Escrutinio y la Recaudación son electrónicos.
- La impresión creada por la máquina de votación en el elector durante la Revisión es una prueba a efectos del control ciudadano. El control ciudadano se realizó en el 54% del total de mesas electorales.
- La recogida es automática, electrónica y se premia y anuncia al candidato que obtenga más votos en función de ese total. La totalización se realiza dentro de las 48-72 horas posteriores al evento.
- El CNE tiene 30 días para publicar los resultados en el Boletín Electoral.
- El CNE siempre ha publicado los resultados agregados y tabulados antes de los 30 días que le corresponden para su publicación final en la Gaceta Electoral.
- El CNE informó que su página fue bloqueada de manera maliciosa, mediante hackeo, e incluso se realizó un ataque masivo al sistema para impedir y ralentizar la recolección de resultados.
- Los procesos de recaudación, toma de decisiones y convocatoria ya han sido realizados por la CNE.
- La CNE no está obligada a divulgar copias de las actas de revisión porque son meros recibos. Se publicará una revisión automática.
- Las Actas de Revisión emitidas, las pruebas de revisión realizadas automáticamente y demás Actas de Verificación Ciudadana, el establecimiento y creación de mesas quedan en custodia del CNE y son material probatorio electoral que constituye el expediente administrativo entregado en los siguientes casos: Recusaciones ante la Corte Suprema de Justicia. Justicia (TSJ).
- Una vez que su página esté habilitada con la seguridad pertinente para evitar ser pirateada, se publicará la suma y el análisis de los resultados.
- La afirmación de que el período de publicación de resultados agregados o desagregados ha expirado es falsa.
- Quien considere que ha habido culpa o fraude en cualquier momento del proceso puede recurrir ante el TSJ.
- Para impugnar el Acta de Revisión se debe aprobar el Consejo Nacional Electoral para que el Acta que se pretende impugnar tenga legalidad en el TSJ.
- Ninguna persona ni organización alguna puede usurpar las funciones del CNE, como lo hicieron María Corina Machado y Eduardo Gutiérrez de la Plataforma Unitaria Democrática, lo que podría considerarse un grave delito contra la Nación porque atenta contra la Soberanía Nacional.
- La presión excesiva sobre la publicación del Acta de Revisión (que difiere de la publicación normal de resultados, siempre separados por tablas publicadas), que no es razonable y no está incluida en la norma electoral, surge del plan de producir actos terroristas. Estos perturban la estabilidad de la nación. El CNE no ha cumplido ningún plazo para publicar los resultados completos del cuadro.
- La publicación de unas llamadas Actas de Revisión por parte de personas no certificadas, sobre las cuales se calculan los llamados resultados y se condena el fraude sin ser impugnado ante el TSJ, surge de este plan de guerra cognitiva destinado a crear una realidad decepcionante en el imaginario colectivo. . y perpetuar la violencia. Lo lógico e institucional en democracia es que quien quiera impugnar las Leyes de Auditoría o de integración exija su certificación al CNE y desafíe con ellas el proceso de selección o fase de integración ante el TSJ.
El artículo de Isidro Páez fue publicado en: Pareja