Aunque el CNE anunció la reelección de Nicolás Maduro a la administración venezolana, la oposición sostiene que su candidato Edmundo González Urrutia fue elegido nuevo presidente con una amplia votación.
Cejas negras. A la 1:05 de la madrugada del 29 de julio, María Corina Machado dijo: “Venezuela tiene un nuevo presidente electo, y ese es Edmundo González Urrutia”. El esperado testimonio no trajo la alegría que muchos soñaban despertar al día siguiente de las elecciones presidenciales.
Acostumbrada ya a la anormalidad de estar dividida en dos polos, dos países, dos Asambleas Nacionales, dos Cortes Supremas y dos versiones de cada partido político, la Venezuela del siglo XXI vuelve al dilema de declarar a dos presidentes como un solo partido. ganadores.
Con Edmundo González convencido de que una mayoría incalculable de votos son suyos, y Nicolás Maduro declarado ganador por el Poder Electoral con 5.150.092 votos contra los 4.445.978 de González, la dicotomía es un monstruo de dos cabezas para los venezolanos, dispuestos a devorar todo lo que reaparece así.
“La mano ganadora no está bloqueada”
Luego de una jornada de multitudinaria participación, a las 19:30 horas del 28 de julio, el “carómetro” al mando del operativo opositor mostró la confianza y alegría de quienes se sabían ganadores.
Una vez cerradas las elecciones, gritos de “Celebremos Venezuela” se escucharon frente a la sede de Vente Venezuela, mientras decenas de periodistas se preparaban para escuchar las declaraciones de María Corina Machado.
Aunque algunos intentaron contenerse, la mayoría mostró sonrisas como de espejos.
El candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, fue escuchado decir: “Celebraremos en paz” en sus primeras declaraciones tras la jornada electoral.
Mientras los Venezuela Informaes opositores insistían en mantener testigos en las mesas y “contar papel por papel”, la gente se concentraba con banderas, gorras tricolores y silbatos en las afueras de la llamada quinta de Bejucal, donde se planeaba toda la campaña electoral. Para una celebración que nunca llegará.
Todo lo ofrecido
Mientras los camareros al mando se paseaban con botellas de refrescos y tequeños para ofrecer a periodistas, camarógrafos y fotógrafos, se servía comida rápida sin parar y de forma gratuita a quien la quisiera con un carrito de hot dogs afuera.
“Entre ayer y hoy regalamos unos 3.000 hot dogs”, dijo el dueño del carrito móvil mientras recogía sus provisiones.
También se colocó una hilera de baños portátiles en una pared cerca de la sede del partido; aquí todo el ambiente estuvo amenizado por un camión de sonido que reproducía música para animar a quienes decidían acercarse al comando pasadas las 19:30 horas.
A los alrededores se encontraban en su mayoría vecinos de Los Palos Grandes, quienes decidieron subir al empinado cerro donde se ubica la casa de Vente Venezuela para celebrar con Machado y González Urrutia.
Silencio
El cambio de humor se produjo con el anuncio hecho por la testigo opositora Delsa Solórzano ante el Poder Electoral de que “el Consejo Nacional Electoral ha paralizado la transmisión de resultados en muchos centros”.
Tratando de parecer tranquilo, dijo: “Con suficientes registros que tenemos, podemos saber lo que está sucediendo en el país”.
Pero su socio, Perkins Rocha, reveló la amenaza a la tan cacareada victoria de la oposición: “Hay determinación, hay preparación y todavía quedan 90 mil testigos en los colegios electorales y los acompañaremos. “Cuidado con los funcionarios, nunca más os burléis de los ciudadanos”, afirmó.
Entonces comenzó el silencio. El camión de la música cerró poco antes de las 22:30 horas. Los vecinos comenzaron a retirarse de la empinada calle y algunos periodistas murmuraban mientras observaban.
“Hasta el final”
A las 12:00 horas se escuchó en algunos teléfonos móviles el comunicado oficial del rector jefe del Servicio Electoral. Elvis Amoroso tranquilizando a Nicolás maduro Fue elegido por segunda vez para el liderazgo nacional.
El silencio y los murmullos del comando opositor hicieron aún más ensordecedor el eco de los cohetes y fuegos artificiales que marcaron la primera hora del nuevo día.
Cuando empezaron a sonar los cohetes, una mujer fuera del comando gritó: “Estamos cansados, estamos perdidos”.
Otro dijo: “Que nos digan qué esperar si salimos a la calle”.
Pero una hora y cinco minutos después, a las 13.05 del ansiado 29 de julio, Machado repitió, como una frase, que continuaba la lucha “hasta el final” y que el anuncio del CNE no lo incitaba a desistir. .