El presidente del CNE anunció el primer boletín oficial de las elecciones el 28 de julio; En este boletín, el oficialismo declaró ganador a Nicolás Maduro, lo que le garantizó su segunda reelección. Sin embargo, informar de un ataque al sistema sin aportar pruebas previas generó dudas sobre la fiabilidad del proceso.
Cejas negras. Poco después de las 00:05 horas del 29 de julio, Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), dio a conocer el primer boletín sobre los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio. – Nicolás Maduro fue elegido ganador.
Según Amoroso, Maduro obtuvo 5.150.092 votos, equivalente al 51,20% del 80% de las actas examinadas; en cambio, 4.445.978 votos representaron el 44,02% de los votos recibidos por Edmundo González, su más cercano rival y abanderado del Unitario Demócrata. Plataforma (PUD).
“Este es el primer boletín que señala una tendencia fuerte e irreversible. El funcionario afirmó que se examinaron el 80 por ciento de las mesas y hubo una participación electoral del 59 por ciento.
Así, el oficialismo postulado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) será reelegido por segunda vez después de 11 años. Por lo tanto, ejercería como Presidente para el período 2025 – 2031.
Según el informe oficial, los otros siete candidatos no lograron ni siquiera el 5 por ciento de los votos. Es uno de los pocos datos que se superpone con encuestas anteriores publicadas durante la campaña electoral, que duró 22 días, del 4 al 21 de julio.
Ataque sin pruebas
Antes de dar a conocer los datos del censo, el presidente del CNE denunció un presunto ataque al sistema de recolección que retrasó el conteo.
Aunque Amoroso afirmó que el ataque no afectó los resultados finales, no proporcionó ninguna evidencia del daño o impacto y no pidió una investigación.
La falta de transparencia de la gestión del CNE ha despertado sospechas y críticas por parte de algunos sectores de la oposición y de la comunidad internacional, con portavoces de casi una docena de países instando al organismo electoral a entregar resultados creíbles horas antes de que se anuncien los resultados.