Este jueves 11 de julio inicia la XX Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2024), que se instalará en la Pinacoteca Nacional durante 10 días y donde se homenajeará al profesor Benito Iradi, el máximo promotor responsable de Venezuela y a nueve personas. El Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (y otros que próximamente se recibirán) ante la UNESCO.
Su deseo de escribir es inquebrantable, por lo que está haciendo todo lo posible para producir libros, pero en esta ocasión presentará cuatro de sus libros.
—¿Qué libro regalarás en Filven?
—está por reeditarse en el género de crónica aquella por la que gané el Premio Nacional Stefania Mosca, que es El libro de Cruz Quinal; Será una nueva edición producida por el Centro Nacional del Libro y en este caso estará acompañada de una serie fotográfica de Rafael Salvatore sobre ese importante personaje. Además, presentaré un centenario con María Magdalena Rodríguez con su testimonio. Estuve muy cerca de él desde 1972 hasta el momento de su muerte. Es un libro que registra su vida. Luego vino una novela: comencé a entrever la idea de escribir una historia del siglo del petróleo; De esa Venezuela que tenía todo el potencial para exportar a esta Venezuela de hoy que ha ido mucho más allá. La historia es muy larga y pensé escribir la novela en cuatro partes. El primero de los libros está por publicarse, que es la historia del señor Cody. Y luego vino Thunder Box, que es del género de novela testigo. Se trata de tres mujeres del Golfo de Carriaco, dos de las cuales han fallecido: se llaman Berta Vargas y Guillermina Ramírez. La que vive es Berta Cova.
—Siempre apuesta por los testimonios, las historias y esa pasión por contar historias. ¿Qué sigue?
—He visitado muchas ciudades y durante 55 años nunca he separado las historias de esas ciudades. Se difunden, libros, publicaciones, periódicos. Los estoy organizando para un futuro proyecto de un libro para cada región venezolana con evidencia de cómo pudo haber sido el Indio Figueiredo de los llanos venezolanos; Luis Mariano Rivera, del oriente de Venezuela; El mismo Cruz Quinal, que es este libro… Viajé por toda Venezuela. Tengo un mapa de Venezuela en mi cabeza y conozco personajes que también fueron mis amigos.
-¿Contarás una historia sobre el carácter de cada estado?
—He registrado a estos personajes de cada Estado, algunos aborígenes, otros afrodescendientes, otros criollos. Vengo de todas las regiones y en esta etapa de mi vida volvieron las ganas de organizarme para escribir porque la mayor parte del tiempo lo dedicaba a la gestión de la cultura, lo que también vale para ser promotor cultural. Me conectó con esas personas maravillosas.
– ¿Qué se siente ser el creador de las nueve tradiciones esquivas?
-Soy responsable de un equipo que he armado. Cuando me dieron ese trabajo decidí crear una oficina técnica de enlace con la UNESCO, adscrita al Centro para la Diversidad Cultural. En esa oficina trabaja un equipo de antropólogos. Hay muchas personas que tienen vínculos o que son estudiantes avanzados o que ya se graduaron de la Escuela de Antropología de la UCV. Se requiere un método de trabajo. Estoy involucrado con ellos y la comunidad.
-¿Cuáles son los próximos archivos?
—En diciembre, Paraguay debería discutir en Asunción un conjunto de expedientes, en los que Venezuela, por primera vez, comparte la experiencia de Casabe con otros países como República Dominicana, Cuba, Haití y Honduras. Es el primer archivo multinacional de América Latina. El expediente Zoropo de Venezuela será evaluado el próximo año. El expediente Tamunangu debe ser evaluado en el 2026 y esperamos completar el expediente Arepa en Venezuela este año, que será para el 2027.